El sábado 5 de abril, última semana de Cuaresma, ofreció una imagen cada vez más habitual en los barrios de Sevilla. Hasta nueve procesiones tomaron las calles, como si de un Domingo de Ramos se tratase, pero con la peculiaridad de que ninguna de ellas estaba amparada por la autoridad eclesiástica sevillana. Son las conocidas como procesiones civiles, que desafían los mandatos de la Archidiócesis y sobreviven al margen del sistema.
Comentarios
Es indignante que esta gente exprese su fervor religioso y no se sometan a las autoridades eclesiásticas. A donde vamos a ir a parar...
Cada vez pasa más, no solo en Sevilla capital, sino en pueblos como Utrera o Dos Hermanas.
En Hospitalet está la procesión de los 15+1, que un vecino que participa me dijo que es "laica".
Yo no lo entiendo, pero tampoco es que me vaya a esforzar en hacerlo.