En agosto de 2016, unas imágenes muy explícitas comenzaron a circular ampliamente por toda la comunidad filipina de Facebook: un hombre y una mujer de mediana edad manteniendo torpes relaciones sexuales sobre una hortera colcha de flores. La cara del hombre, oscurecida por las sombras, era imposible de distinguir. La mujer no. Parecía ser la senadora Leila de Lima, una feroz crítica del presidente filipino Rodrigo Duterte y su sangrienta guerra contra las drogas. Pero la mujer no era De Lima. De Lima pronto se vio acosada por denuncias falsas…
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