Hace 1 año | Por jelzimoñac a elconfidencial.com
Publicado hace 1 año por jelzimoñac a elconfidencial.com

AMariana Fodoulian le mueve la sensación de rabia y de injusticia. Tiene el rostro sonriente de su hermana Gaia tatuado en el antebrazo y hace un año que dejó su trabajo como veterinaria para entregarse a la lucha por la rendición de cuentas. Denuncia que la clase política se esfuerza en dejar pasar el tiempo y agotar a quienes exigen depuración de responsabilidades. Ella advierte que la estrategia no les hará aflojar; pero en ocasiones parece que en Beirut hay cada vez menos personas como Fodoulian.