Quien haya ido a partidos de fútbol de categorías inferiores, puede que se haya ido espantado por el comportamiento despreciable de ciertos "individuos" hacia los árbitros, jugadores o entrenadores. ¿Nos estamos volviendo locos?, ¿qué educación queremos para nuestros hijos?. A veces pienso que deberían prohibir la entrada de padres y familiares a los encuentros de sus hijos.
#1:
Pues yo creo que ya eran borregos, el fútbol es sólo una excusa para demostrarlo sin vergüenza
#18:
En Menorca los insultos del público quitan puntos. Es una gran cosa. Si algún padre se desmadra los demás le hacen callar.
#4:
No los transforma, simplemente pone de manifiesto su borreguismo.
#5:
Hablando ayer precisamente, de este tema con un amigo psicopedagogo, profesor y apasionado de todo lo relacionado con la enseñanza, el crecimiento y la psicología infantil en general, me dijo tajantemente que el prohibiría la entrada de público a los encuentros deportivos infantiles. Argumentaba que para los niños es una presión inaceptable el tener a los padres gritándoles instrucciones desde las gradas además del entrenador.
#18 ¡Una idea excelente!. Tendrían que tomar nota las demás federaciones autonómicas. A ver si conseguimos que se pueda ir a un partido de fútbol... ¡¡ a disfrutar !!
#18 Es que yo nunca he entendido porqué se permite que en el fútbol (o donde sea) se permitan los insultos y estén "normalizados". En este país deberíamos ponernos ya con el tema de la educación y dejar de ser el país occidental más zafio y maleducado.
Hablando ayer precisamente, de este tema con un amigo psicopedagogo, profesor y apasionado de todo lo relacionado con la enseñanza, el crecimiento y la psicología infantil en general, me dijo tajantemente que el prohibiría la entrada de público a los encuentros deportivos infantiles. Argumentaba que para los niños es una presión inaceptable el tener a los padres gritándoles instrucciones desde las gradas además del entrenador.
#5 Un tipo listo tu amigo pero no estoy de acuerdo. El niño tiene que ver esos comportamientos y observar como la sociedad los rechaza y repudia. Así se convierte en un adulto integrado. Vale que eso no es lo que pasa pero prohibirlo no ayuda. La tolerancia cero a esa "violencia" por parte de los espectadores ayudaría mucho a los que se están formando. Prohibir a los energúmenos no es la solución. Encontrarán muchos más en otros ambientes en su vida.
Como ex-árbitro de categorías inferiores, excepto algún pieza, todos los chavales juegan con más nobleza que los mayores, no te dan ningún problema nunca.
Eso sí, no hay mañana que no te toque un padre loco, de los que te incluso vienen a reclamar a la mesa cuando se acaba el partido (se lo han visto hacer a Pujol o Sergio Ramos, y se flipan)
Hace unos años, después de ver como entrenador daba la culpa de reiteradamente de un gol encajado a un niño (8 o 9 años), publiqué un mi web una pequeña reflexión y la acompañé con la siguiente carta, supuesta carta de un niño a su padre:(es un poco larga, pero no quiero hacer spam com mi web )
Querido papá, seguro que esta carta tiene algunas faltas, porque sigo confundiendo
la ese con la ce y de los acentos nunca me acuerdo, pero sé como se escribe fútbol
… así que me vas a entender…
Quiero que sepas que me gusta que me acompañes todos los domingos a los
partidos y que me lleves a los entrenamientos, que sepas que te siento cerca por
todas esas cosas que haces por mi. Quiero que sepas que te quiero mucho…
Pero también quiero que sepas que hay cosas que no hago, porque no se hacerlas,
no porque no quiera. Porque soy un niño, papá. Por eso me equivoco. Porque soy
un niño.
¿Sabes papá? No te enojes, pero…
No me gusta que me grites desde la grada del campo.
Me da vergüenza que me digas lo que tengo que hacer delante de mis compañeros.
No me gusta que mi entrenador escuche tus gritos, él ya me dijo lo que tengo que
hacer en el partido.
Tampoco me gusta que le grites al árbitro, él no me hizo nada… y si me hubiera
hecho algo… no lo insultes en mi nombre, porque yo no lo insultaría.
Quiero que todos mis compañeros jueguen, incluso los que saben menos que yo.
No me gusta que te enfades cuando me sacan para que entre otro. Los que entran
son mis amigos.
Esto es un juego papá, quiero divertirme.
¿De verdad tú sabias hacer todo lo que me pides que yo haga ¿
¿De verdad tú le pegabas con las dos piernas?
¿De verdad eras tan buen jugador como me cuentas?
Yo sé que nunca me mentiste, así que quiero que recuerdes esas mañanas de
domingo, cuando eras niño y trates de ponerte en mi lugar.
Yo se que me amas como a nadie, pero a veces tanto cariño lastima, papá.
Yo no quise fallar el gol. Yo quise marcarlo… pero no supe.
¿Te acuerdas quien es Ignacio? Mi amigo que hace natación.
Me contó que los padres no le gritan cuando nadan porque él no puede escuchar
abajo del agua. Y me contó también que lo que dice el árbitro no se discute, que
nadie le dice a un árbitro que le esta robando, y me contó que aplauden mucho al
que llega el último, y que nadie se puede mover del agua hasta que no llega el
último nadador.
Y Joaquin –que juega a Rugby- me contó que cuando terminan el segundo tiempo
empieza el tercer tiempo y se juntan los dos equipos, cantan y festejan. Dice que
en el primer y segundo tiempo se preparan para ser jugadores de rugby y en el
“tercer tiempo” para ser “hombres de rugby” y Fede que juega al baloncesto dice
que…
No, yo no quiero cambiar de deporte, quiero jugar al fútbol, porque el fútbol es el
mejor deporte que existe, papá.
Pero quiero tener el derecho de no ser campeón, el derecho de no tener que salvar
a mi familia con un pase con el exterior, el derecho a que no me llamen mariquita
si no devuelvo una patada, el derecho a no ser una futura estrella de televisión, el
derecho a que no le digan al compañero mujercita porque llora en el partido.
Todavia somos niños, papá.
Quiero que recuerdes que nunca me preguntaste que deporte quería practicar…es
más ni si quiera me preguntaste si quería practicar algún deporte.
Me regalaste una pelota y una camiseta cuando apenas sabia caminar y diste por
entendido que me gustaba el fútbol… está bien, no te preocupes, claro que me
gusta el fútbol, no fallaste papá, es el mejor deporte de todos.
Pero quiero que sepas que hay mañanas que no tengo ganas de levantarme, que a
veces estoy cansado, que no me han enseñado a hacer todo lo que saben hacer los
grandes, no han tenido tiempo de enseñármelo.
Quiero que sepas que no soy un hombre chiqiuito, soy un niño jugando a un juego
de niños.
Y sobre todas las cosas… quiero seguir jugando al fútbol y que estés siempre a mi
lado para llevarme a los campos, hasta el día en que empiece a llevarte yo.
Porque a pesar de todo lo que te conté en la carta, el fútbol y tú, sois dos de las
mejores cosas que me han pasado.
Padres que canalizan sus frustraciones y objetivos sin conseguir en sus hijos los han habido toda la vida, y pueden aparecer tanto en un partido de futbol de categorías inferiores, como en el despacho de un director de colegio.
gamberro
Persona que se divierte ruidosamente, alborota o provoca escándalos en sitios públicos y, en general, obra con desconsideración para los demás.
A diferencia del típico delincuente, que actúa por móviles utilitarios, el gamberro del futbol usa la violencia lúdica, y, por tanto expresiva, de su conducta agresiva.
La verdad es que a mí se me quitan las ganas de llevar al chaval al fútbol. No es eso precisamente lo que pretendo que aprenda con la práctica de un deporte. ¡Qué pena!
#10 Exacto. Yo a mis hijos los llevaré donde puedan disfrutar de algo sin tener que aguantar a gente gritando, insultando, peleándose,... y en España hay muy pocos sitios así.
Los borregos van en grupo y solo pueden ser guiados por un pastor debido de lo tontos que son. Estos son gilipollas no borregos. Además pasa también otros deportes, (que se lo pregunten a cualquier entrenador) y también en la escuela.
Comentarios
Pues yo creo que ya eran borregos, el fútbol es sólo una excusa para demostrarlo sin vergüenza
#1 y lo peor es que no siempre están en el estadio
No los transforma, simplemente pone de manifiesto su borreguismo.
En Menorca los insultos del público quitan puntos. Es una gran cosa. Si algún padre se desmadra los demás le hacen callar.
#18 ¡Una idea excelente!. Tendrían que tomar nota las demás federaciones autonómicas. A ver si conseguimos que se pueda ir a un partido de fútbol... ¡¡ a disfrutar !!
#18 Es que yo nunca he entendido porqué se permite que en el fútbol (o donde sea) se permitan los insultos y estén "normalizados". En este país deberíamos ponernos ya con el tema de la educación y dejar de ser el país occidental más zafio y maleducado.
Hablando ayer precisamente, de este tema con un amigo psicopedagogo, profesor y apasionado de todo lo relacionado con la enseñanza, el crecimiento y la psicología infantil en general, me dijo tajantemente que el prohibiría la entrada de público a los encuentros deportivos infantiles. Argumentaba que para los niños es una presión inaceptable el tener a los padres gritándoles instrucciones desde las gradas además del entrenador.
#5 Un tipo listo tu amigo pero no estoy de acuerdo. El niño tiene que ver esos comportamientos y observar como la sociedad los rechaza y repudia. Así se convierte en un adulto integrado. Vale que eso no es lo que pasa pero prohibirlo no ayuda. La tolerancia cero a esa "violencia" por parte de los espectadores ayudaría mucho a los que se están formando. Prohibir a los energúmenos no es la solución. Encontrarán muchos más en otros ambientes en su vida.
#29 El problema es que los niños no obedecen: imitan.
Así es muy fácil ver a un niño borrego de padres borregos.
Como ex-árbitro de categorías inferiores, excepto algún pieza, todos los chavales juegan con más nobleza que los mayores, no te dan ningún problema nunca.
Eso sí, no hay mañana que no te toque un padre loco, de los que te incluso vienen a reclamar a la mesa cuando se acaba el partido (se lo han visto hacer a Pujol o Sergio Ramos, y se flipan)
#7 La verdad es que tenéis más moral que el Alcoyano.
En la gran mayoría de partidos se merece que el árbitro directamente se vaya a su casa.
A ver si estos energúmenos se dan cuenta que sin esta gente, los chavales no pueden jugar
Esto es como decir que los videojuegos te hacen violento. Si eres un borrego los vas a demostrar en el fútbol o en otro sitio.
Es un ejemplo de como frustrar y quitar las ganas y afición por la practica del deporte, al sentirse presionados y hummilados públicamente.
Padres (y madres) borregos deberían abstenerse de ir a los campos.
Hace unos años, después de ver como entrenador daba la culpa de reiteradamente de un gol encajado a un niño (8 o 9 años), publiqué un mi web una pequeña reflexión y la acompañé con la siguiente carta, supuesta carta de un niño a su padre:(es un poco larga, pero no quiero hacer spam com mi web )
Querido papá, seguro que esta carta tiene algunas faltas, porque sigo confundiendo
la ese con la ce y de los acentos nunca me acuerdo, pero sé como se escribe fútbol
… así que me vas a entender…
Quiero que sepas que me gusta que me acompañes todos los domingos a los
partidos y que me lleves a los entrenamientos, que sepas que te siento cerca por
todas esas cosas que haces por mi. Quiero que sepas que te quiero mucho…
Pero también quiero que sepas que hay cosas que no hago, porque no se hacerlas,
no porque no quiera. Porque soy un niño, papá. Por eso me equivoco. Porque soy
un niño.
¿Sabes papá? No te enojes, pero…
No me gusta que me grites desde la grada del campo.
Me da vergüenza que me digas lo que tengo que hacer delante de mis compañeros.
No me gusta que mi entrenador escuche tus gritos, él ya me dijo lo que tengo que
hacer en el partido.
Tampoco me gusta que le grites al árbitro, él no me hizo nada… y si me hubiera
hecho algo… no lo insultes en mi nombre, porque yo no lo insultaría.
Quiero que todos mis compañeros jueguen, incluso los que saben menos que yo.
No me gusta que te enfades cuando me sacan para que entre otro. Los que entran
son mis amigos.
Esto es un juego papá, quiero divertirme.
¿De verdad tú sabias hacer todo lo que me pides que yo haga ¿
¿De verdad tú le pegabas con las dos piernas?
¿De verdad eras tan buen jugador como me cuentas?
Yo sé que nunca me mentiste, así que quiero que recuerdes esas mañanas de
domingo, cuando eras niño y trates de ponerte en mi lugar.
Yo se que me amas como a nadie, pero a veces tanto cariño lastima, papá.
Yo no quise fallar el gol. Yo quise marcarlo… pero no supe.
¿Te acuerdas quien es Ignacio? Mi amigo que hace natación.
Me contó que los padres no le gritan cuando nadan porque él no puede escuchar
abajo del agua. Y me contó también que lo que dice el árbitro no se discute, que
nadie le dice a un árbitro que le esta robando, y me contó que aplauden mucho al
que llega el último, y que nadie se puede mover del agua hasta que no llega el
último nadador.
Y Joaquin –que juega a Rugby- me contó que cuando terminan el segundo tiempo
empieza el tercer tiempo y se juntan los dos equipos, cantan y festejan. Dice que
en el primer y segundo tiempo se preparan para ser jugadores de rugby y en el
“tercer tiempo” para ser “hombres de rugby” y Fede que juega al baloncesto dice
que…
No, yo no quiero cambiar de deporte, quiero jugar al fútbol, porque el fútbol es el
mejor deporte que existe, papá.
Pero quiero tener el derecho de no ser campeón, el derecho de no tener que salvar
a mi familia con un pase con el exterior, el derecho a que no me llamen mariquita
si no devuelvo una patada, el derecho a no ser una futura estrella de televisión, el
derecho a que no le digan al compañero mujercita porque llora en el partido.
Todavia somos niños, papá.
Quiero que recuerdes que nunca me preguntaste que deporte quería practicar…es
más ni si quiera me preguntaste si quería practicar algún deporte.
Me regalaste una pelota y una camiseta cuando apenas sabia caminar y diste por
entendido que me gustaba el fútbol… está bien, no te preocupes, claro que me
gusta el fútbol, no fallaste papá, es el mejor deporte de todos.
Pero quiero que sepas que hay mañanas que no tengo ganas de levantarme, que a
veces estoy cansado, que no me han enseñado a hacer todo lo que saben hacer los
grandes, no han tenido tiempo de enseñármelo.
Quiero que sepas que no soy un hombre chiqiuito, soy un niño jugando a un juego
de niños.
Y sobre todas las cosas… quiero seguir jugando al fútbol y que estés siempre a mi
lado para llevarme a los campos, hasta el día en que empiece a llevarte yo.
Porque a pesar de todo lo que te conté en la carta, el fútbol y tú, sois dos de las
mejores cosas que me han pasado.
Lo que pasa en el fútbol de base no pasa en ningún otro deporte de este país.
#17 En el fútbol base, en la carretera, en un supermercado, en una cola,...
#25 Discrepo.
Padres que canalizan sus frustraciones y objetivos sin conseguir en sus hijos los han habido toda la vida, y pueden aparecer tanto en un partido de futbol de categorías inferiores, como en el despacho de un director de colegio.
¿Aguí no se dice a "padres y madres"?
Vaya hombre que casualidad.
Machistas!
#CarnetDePadresYa
El fútbol, al igual que los juegos de naipes, es cosa de gente sin mucha inteligencia. Yo lo intuí desde pequeñito.
La vida me ha hecho conocer a gente realmente brillante, y que casualidad que a ninguno les gustaba el fútbol.
Creo que "borregos" no es tan preciso, por lo que he llegado a ver, es más exacto el término "macho cabrío"
#6 Te aseguro que muchas veces son peor ellas que ellos, no discriminemos y utilicemos mas el femenino
#8 La gilipuertez es paritaria y no entiende de género, lo cual puede ser corroborado por cualquiera que haya asistido a un partido de estos.
#6 o borricos rebuznando y dando coces.
#9 O híbridos de ambos, como las mulas, los ligres o tigrones
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¿Que necesidad hay de usar la expresión “fair-play” cuando en castellano siempre ha existido la muy castiza "Juego limpio"?
No veo el sentido a usar anglicismos si la expresión ya existe en castellano. Si no existiera vale, pero es que existe.
gamberro
Persona que se divierte ruidosamente, alborota o provoca escándalos en sitios públicos y, en general, obra con desconsideración para los demás.
A diferencia del típico delincuente, que actúa por móviles utilitarios, el gamberro del futbol usa la violencia lúdica, y, por tanto expresiva, de su conducta agresiva.
La verdad es que a mí se me quitan las ganas de llevar al chaval al fútbol. No es eso precisamente lo que pretendo que aprenda con la práctica de un deporte. ¡Qué pena!
#10 Exacto. Yo a mis hijos los llevaré donde puedan disfrutar de algo sin tener que aguantar a gente gritando, insultando, peleándose,... y en España hay muy pocos sitios así.
Los padres...y las madres, que yo creo que se vuelven más locas cuando ven jugar al hijo
Los borregos van en grupo y solo pueden ser guiados por un pastor debido de lo tontos que son. Estos son gilipollas no borregos. Además pasa también otros deportes, (que se lo pregunten a cualquier entrenador) y también en la escuela.
Los borregos lo son siempre. Si no lo sacan en el fútbol lo hacen en la carretera o en un bar o en su casa.