Lo dicho: cuando hay nuevos Presupuestos, la primera obligación es oponerse. Aunque no se hayan leído. El Partido Popular hacía lo mismo cuando gobernaban Felipe González y Zapatero.
La deshonestidad es un virus que está en toda la política. Los argumentos, y tener en cuenta qué es lo mejor para todos, ha pasado a un segundo plano. Lo único que importa es el electoralismo y el "a ver qué dice éste y asi digo lo contrario", sin importar si una u otra medida son buenas, malas, mejores o peores.
Sólo importa lo estético y lo anecdótico, y aquello que es capaz de generar mucha noticia de titular pomposo, pero de contenido nulo. Sólo nos fijamos en aquello que cumple nuestro sesgo, y rechazamos sin ningún miramiento cualquier propuesta que venga del contrario, que a este paso, ya no es contrario ni adversario, si no enemigo al que odiar.
Comentarios
Así no
#1 es un plagio de Inés Arrimadas
#1 no sé qué decirte seguro que@javierb se tocó un poco con ella
#7 Al contrario, me dio un bajonazo que me duró una semana.
#8 joder se me cae un mito, yo melafo
#9 ¿La estás llamando perra?
#10 no contestaré a esa pregunta sin mi abogado samoano presente
#7 Y así se nos ha quedado.
Aznar lo hizo con un body de lentejuelas muy sexy... ¿Quien no podía votar a ese señor?
El artículo dice "... disfrutaremos de un crecimiento notable (el 2,7 por ciento)... ". Claramente erróneo.
Diciéndoles que no vas a subir el IVA de los chuches.
¿A qué juega el PSOE? ¿Apoya la investidura de Rajoy y la aplicación del 155 pero no los presupuestos?
Menos ponerse delante y tirar del carro...
Hablando catalán en la intimidad.
O como ser complice de la corrupcion votando y legalizando a una partitocracia NO democratica y podrida de corrupcion .
La política actual da muchísimo asco.
La deshonestidad es un virus que está en toda la política. Los argumentos, y tener en cuenta qué es lo mejor para todos, ha pasado a un segundo plano. Lo único que importa es el electoralismo y el "a ver qué dice éste y asi digo lo contrario", sin importar si una u otra medida son buenas, malas, mejores o peores.
Sólo importa lo estético y lo anecdótico, y aquello que es capaz de generar mucha noticia de titular pomposo, pero de contenido nulo. Sólo nos fijamos en aquello que cumple nuestro sesgo, y rechazamos sin ningún miramiento cualquier propuesta que venga del contrario, que a este paso, ya no es contrario ni adversario, si no enemigo al que odiar.