La compañía eléctrica británica Ecotricity y Greenpeace han escrito a los gobiernos británico y francés, además de a EDF Energy, advirtiéndoles de que cualquier ayuda pública a la central nuclear de Hinkley Point podría ser considerada ilegal. La carta deja claro que tanto Ecotricity como Greenpeace estarían dispuestos a llegar a los tribunales. Hinkley Point va a recibir, durante 35 años, una tarifa que dobla el precio de la electricidad en el mercado.
Comentarios
Me parece perfecto: los beneficios, Y LAS PERDIDAS de las empresas privadas deben ser eso, PRIVADOS
se dice NUCELAR
(cojones ya)