La exposición a estos agentes tóxicos se relaciona con el cáncer, malformaciones congénitas, preeclampsia y otros daños graves a la salud. El informe advierte que son tóxicos incluso en pequeñas concentraciones y se acumulan en el cuerpo humano. Mientras tanto, otro estudio reciente puso al descubierto que gran parte de los agentes fluorados tensoactivos quedan atrapados en los témpanos de hielo del Ártico y se liberan al océano a medida que se derriten. Gran parte de las PFAS llega allí con las nevadas y, al descongelarse, el agua se lleva...
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Hay un libro de hace 20 años sobre el tema: Nuestro futuro robado
Erin, ¿dónde estás cuando más se te necesita?