Lo que en principio se vendió como una inyección económica por valor de 3.200 euros por autónomo, resulta ser una ayuda al pago de la cuota de autónomos durante los doce meses posteriores, obligando a los trabajadores por cuenta propia a comprometerse a día de hoy a seguir de alta en el RETA de la Seguridad Social durante un año cuando ni siquiera saben si van a poder aguantar más allá de abril. Del total de 400.000 autónomos que hay en la región, se calcula que podrán acceder menos del 0’4% del colectivo.
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