Más de 130 millones de euros. Es la cantidad de dinero público que recibieron en un curso escolar 71 centros educativos concertados con ayudas públicas que segregan a su alumnado por sexos. Se trata de 70 colegios religiosos y un centro de FP, de los que 68 son del Opus Dei. Fueron doce las comunidades que destinaron una parte de sus presupuestos autonómicos a financiar, en los cursos 2017-18 o 2018-19 (dependiendo de la región se aportan los datos de un curso u otro), centros que separan a niños y niñas en clase en algunas de sus etapas. En to
Comentarios
130 millones para financiar "La secta". Nos esta quedando un siglo XXI muy retro...
Como dios manda, cojones ya!
Unos precursores de los espacios seguros esos colegios.
Las comunidades autónomas no, personas con nombres y apellidos que trabajan para la población de esas comunidades autónomas.
Segregar por género en la educación infantil puede ser bueno o malo, según sean las causas por las que se hacen, cómo se hace, y los motivos que se persiguen.
Si se hace porque niños y niñas maduran a una velocidad diferente y tienen necesidades educativas distintas, no veo problema.
Si se hace de modo que no se alimenten roles de género obsoletos y respetando la libertad de cada niño o niña para desarrollar los roles de género con los que se sienta más cómodo, no veo problema.
Si además comparten actividades estraescolares o patio de recreo de modo que fuera de las horas lectivas pueden socializar con niños del otro sexo, menos problema aún.
Y si el objetivo es dotar a los niños y niñas de la mejor educación posible, tampoco veo problema.
#5 Pues ya sabemos por qué lo hacen y cuales son sus idearios... para definir roles de género antagonistas y adoctrinar en dogmas machistas. En la Iglesia Católica las mujeres no pueden tener puestos de relevancia. Dios las hizo para parir y servir a los hombres.
#6 no me cuentas nada nuevo. Simplemente trataba de tener un debate más productivo sobre si podría la segregación por sexo en educación.
Mi opinión es que hay que segregar por capacidades y aptitudes, sin prejuzgar por género y sin limitar las oportunidades de quienes en un momento dado tengan un desarrollo más lento.
Las estadísticas son la forma barata e injusta, aunque estadísticamente efectiva de cribar.
Si tenemos los recursos para hacerlo, mejor cribar no por medias estadísticas agregadas por género, sino por las características particulares de cada individuo.