El Juzgado de Instrucción número dos de Pontevedra ha condenado a un vecino de la ciudad por pintar de blanco una línea amarilla para poder aparcar sin restricciones en la Rúa Palamios. El particular deberá pagar 281,60 euros al Concello, en concepto de indemnización, por un delito leve de daños. La sentencia añade una multa de 90 euros, a razón de tres euros al día durante un mes.
|
etiquetas: pontevedra , línea amarilla