Hace 10 años | Por Arc a eldiario.es
Publicado hace 10 años por Arc a eldiario.es

La Comisión Europea rechaza prohibir el uso de aplicaciones de transporte como BlaBlaCar o Uber que cruzan miles de necesidades de ciudadanos al día. El año pasado se estima que se movieron casi 3.500 millones de dólares en este tipo de transacciones, un 25% más que el año anterior. No solo el ahorro engancha a los jóvenes, también la conciencia ecológica pero las protestas sobre la ausencia de contribución fiscal ensombrecen su utilización.

Comentarios

reithor

Me parece bien que se estudie cómo hacer que estos usuarios paguen los impuestos siempre que haya ánimo de lucro, ahora bien, antes de eso habría que ver qué se hace con esos impuestos. Los impuestos que se pagan para que se enriquezcan los malversadores castizos, pues casi que mejor no se paguen. Cuanta demagogia.

Campechano

#2 También depende de lo que consideres ánimo de lucro. Si yo me ahorro unos euros viajando en blablacar puedes considerarlo o no ánimo de lucro. En todo caso creo que las empresas que proveen la plataforma online ya pagan, o deberían, pagarlos. Creo que es a ellas a quien debe obligarseles a pagar los impuestos correspondientes donde ofreces el servicio y no a los usuarios

reithor

#3 Alquilar una habitación, por ejemplo, es ánimo de lucro. El caso del subarrendador sueco que menciona el meneo me parece sangrante. Yo no considero que compartir gastos de un viaje sea ánimo de lucro, el lucro es sacarle un beneficio neto, vamos, "cobrar" aparte de los gastos compartidos unos eurillos por hacerle el viaje.

casanxelin

Las nuevas tecnologías de la comunicación hacen temblar todo. Durante muchos años, políticos y empresarios han manipulado a la población con sus mensajes interesados y abusado con sus productos unos, con las ideologías los otros. Hoy los ciudadanos tenemos la posibilidad de comunicarnos entre nosotros, permitiendo defendernos de esas manipulaciones y poniendo en entredicho el comercio y la política tradicionales. Es una evolución imparable dado que proviene de los ciudadanos de a pie que somos mayoría.