Hace 8 años | Por --406457-- a rebelion.org
Publicado hace 8 años por --406457-- a rebelion.org

Hace poco, mientras esperaba en una consulta médica, reparé en un cartel sanitario que advertía de los peligros de la depresión. Nuestra sociedad invierte enormes esfuerzos, económicos y publicitarios, en combatir la normalidad, en impedir reacciones saludables frente a las inevitables (o inducidas) fracturas vitales. ¿En nombre de qué? De la Felicidad. ¿A través de qué instrumento? De la psiquiatrización del dolor. Un dato elocuente: sólo en Estados Unidos, la venta de psicofármacos ha pasado en veinte años de 800 a 40.000 millones de dólares.

Comentarios

D

"Ahora bien, la cuestión no es tanto, o no sólo, que se nos quiera hacer creer que las pastillas, funcionales sobre todo a efectos de fomentar la cronicidad de las enfermedades mentales, pueden resolver todos los problemas y proporcionarnos la felicidad sino que hayamos acabado por asumir con toda naturalidad que la felicidad es un derecho y, aún más, una obligación individual. Y que, por lo tanto, la infelicidad es un fracaso y un pecado. Esta perversión cultural del concepto de felicidad, de la que se nutre la industria farmacéutica y el mercado del ocio en general, tiene que ver con el hecho de que los consumidores occidentales consideramos culpable cualquier reacción normal frente al sufrimiento: si lloramos tras el fallecimiento de nuestra madre, si no tenemos ganas de ir a una fiesta tras separarnos de nuestra mujer o si consideramos sombrío y desesperanzador el futuro de la humanidad tras escuchar el noticiario, es que tenemos un problema personal."

Y

Este tipo no ha sufrido una depresión en su vida. No sabe distinguir la tristeza y la frustración de una enfermedad muy jodida. No me gusta que se vanalice la depresión para dar pie a unos pensamientos politicos más o menos acertados.

D

#3 No habla de depresiones en el sentido usual, sino en el social o en el "natural". De hecho habla sí de las enfermedades reconocidas como psiquiátricas: "Como dice Guillermo Rendueles, siempre habrá “locos” y la psiquiatría tendrá que hacerse cargo de ellos sin demasiadas esperanzas; pero lo que hay hoy en nuestras ciudades -y en nuestras consultas- no son locos sino “egoístas” dolidos, desgraciados, rotos.".

El señor Guillermo Rendueles es psiquiatra y ha escrito este libro:

http://www.rebelion.org/docs/20107.pdf

Es al que cita el autor. Y en él se habla bastante de depresión que sí es una verdadera enfermedad de la psique.

Pero el artículo se centra en otra cosa.

p

Totalmente relevante y complementario a esto: Sonríe o Muere

m

Huxley, ¿por quéeeee?

Hart

Qué le pille una depresión al maldito y luego hablamos.Es el mismo discurso de uno que conozco para no ayudar a una enferma de depresión.