Hace 4 años | Por ClaraBernardo a nodal.am
Publicado hace 4 años por ClaraBernardo a nodal.am

Ignacio Ramonet analiza y documenta el drama de los miles de turistas sorprendidos, en total inconsciencia, a bordo de lujosos barcos de cruceros, por la violenta tempestad del nuevo coronavirus… Ramonet reconstruye en particular el periplo completo del Zaandam, una embarcación que zarpó de Buenos Aires el el 7 de marzo pasado con 1 250 viajeros para visitar el Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos, y que se convirtió en un auténtico “navío fantasma” errando por los mares, con un virus asesino a bordo, con decenas de pasajeros infectados,

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La triste odisea del Zaandam encarna, de modo emblemático, el escenario de una sociedad pre-pandémica obsesionada por el lucro y fascinada por el deleite, pero vacía de humanidad, incapaz de advertir lo que se avecinaba y abocada a hundirse…[132] Este crucero, de alguna manera, es la alegoría concentrada, la metáfora flotante de lo que la nueva peste está produciendo por todas partes en el mundo: egoísmos y exclusiones; cierre de fronteras; miedo a contagiarse; falta de mascarillas; ausencia de tests de detección; colapso de los centros sanitarios; falta de liderazgo global; ausencia de solidaridad; órdenes de confinamiento; dificultades de abastecimiento; la vida virtual con las redes sociales; el conteo de los muertos y de los infectados; la comandancia sobrepasada; los más ricos escudados en sus aposentos con balcón; los tripulantes filipinos, srilankeses o indonesios extenuados, mal pagados, pero indispensables en el rol de trabajadores migrantes…