En tan sólo cuarenta segundos, los que duró el lapsus de Meritxell Batet al contabilizar erróneamente el voto de los diputados sobre la reforma laboral, tanto el Gobierno como todos sus socios entrevieron con exactitud las graves consecuencias de su doble equivocación política. De la inesperada derrota parlamentaria de la Moncloa a la abrupta quiebra de la paz social, pasando por la congelación de los 140.000 millones de euros de los Fondos Europeos
Comentarios
La correlación de fuerzas estuvo clara desde un principio. El propio PSOE al apoyarse en UPN nos estaba tomando a todos el pelo, y sobre todo a la ministra. Lo único accidental de este sainete es el voto despistado de un diputado de derechas.
Es triste que siempre haya que pelear para que las derechas no vengan a joderlo todo....
PSOE tiene demasiados tamayos dentro. Arribistas en el sentido amplio.