Hace 9 años | Por --469757-- a elcritic.cat
Publicado hace 9 años por --469757-- a elcritic.cat

En junio de 2011, Catalunya Banc estaba a punto de ser totalmente intervenido por el Estado. Pero Adolf Todó, el presidente de la entidad, tenía preocupaciones de carácter personal: asegurarse de que, una vez el banco fuera del todo rescatado, él podría seguir conservando su privilegiado salario de 800.000 euros anuales. Así se desprende de una serie de correos electrónicos remitidos en ese periodo por el mismo Todó al Banco de España, a los que ha tenido acceso CRÍTIC. TRADUCCIÓN: #1

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TRADUCCIÓN: #1


"No queremos tener ninguna sorpresa innecesaria con los sueldos. Es un tema muy sensible para nosotros ", afirma.


En junio de 2011, Catalunya Banc estaba a punto de ser totalmente rescatado, con 50.000 ahorradores enrampats con las preferentes y un agujero de 900 millones de euros en ruinosos negocios inmobiliarios. Pero Adolf Todó, el presidente de la entidad, tenía preocupaciones de carácter personal. Entre los meses de junio y de septiembre, a las puertas de la segunda inyección de capital público en el banco, Todó remitió hasta cinco correos electrónicos diferentes a los máximos responsables del Banco de España. El objetivo: conseguir el aval del organismo público a la política de retribuciones de Cataluña Banco ya su propio contrato millonario en el momento en que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el organismo que ha gestionado los rescates a la banca española, pasara a controlar directamente la entidad. En todas las comunicaciones afirma que es un tema "urgente" y "sensible" no sólo para él, sino para todos los directivos.

Los correos electrónicos de Adolf Todó demuestran que en el momento más crítico de la historia de Catalunya Banc su máximo responsable estaba muy preocupado por blindar sus privilegios. La primera inyección de capital público en Cataluña Caja se realizó en julio de 2010, al producirse la fusión con las cajas de Tarragona y Manresa: 1.250 millones de euros. En septiembre de 2011, coincidiendo con la conversión en banco de la histórica caja impulsada por la Diputación de Barcelona, el FROB pasó a controlar directamente el banco, inyectando 1.350 millones y alcanzando un 90% de las acciones. En 2012 llegó el dinero del rescate europeo: 9.400 millones más. En total, el Estado ha acabado invirtiendo en Cataluña Caja más de 12.000 millones de euros. La entidad, una vez saneada, fue malvendida al BBVA por 1.187 millones en el mes de noviembre. En diciembre pasado, un juez decidió enviar a juicio Todó y 40 directivos de CatalunyaCaixa, al considerar que los salarios y las dietas que cobraron "habrían sido aprobados en perjuicio y menosprecio de los intereses de la entidad".




"Nos preocuparía no poder percibir retribución variable"

El primero de los correos fecha del 9 de junio y está dirigido a Jerónimo Martínez Tello, director de supervisión del Banco de España, con copia a Pedro González, director de inspección, y Sergio Linares, jefe del grupo de inspección. Todó adjunta toda la documentación sobre la política retributiva de CatalunyaCaixa que pretende que el FROB avale en el momento de asumir la mayoría del accionariado. "Somos conscientes de que la retribución de los directivos es un tema muy sensible a nivel social", afirma. "Me preocuparía mucho que llegáramos a principios de 2012 y nos dijerais que el equipo directivo no puede percibir retribución variable aunque haya cumplido los objetivos". La preocupación de Todó era lógica: en 2011 acabó percibiendo por este concepto 128.000 euros, además de su salario base de 812.000. El año anterior, en cambio, había percibido 568.000.



"El equipo directivo no se siente responsable"

En este correo, Todó también exime de responsabilidad sobre la mala situación de la caja del equipo directivo de la entidad. "Como sabéis, [el equipo directivo] no se siente responsable de la actual situación de la caja, entre otras cosas porque en muchos de ellos los 'fichado' en el mercado. Sin embargo, están comprometidos con el futuro del proyecto ". La afirmación puede parecer sorprendente, pero lo cierto es que la mayoría de ejecutivos que pasaron a formar parte del consejo de administración de la entidad a partir de su conversión en Cataluña Banco en octubre de 2011 no provenían de la caja. La excepción más relevante, eso sí, eran el mismo Todó y el director general adjunto Jaume Massana, que capitaneó CatalunyaCaixa desde el año 2008 hasta su despido en 2013. La entidad empeoró año tras año durante toda su gestión.

En toda la serie de correos, Todó justifica su interés por mantener los elevados salarios del equipo directivo -y, por tanto, también el suyo- con el argumento de que los sueldos que percibían en Cataluña Caja se encontraban por debajo de lo ofrecía el mercado. "Nuestro proyecto, altamente complejo, necesita un equipo con talento y comprometido. Todos ellos son en mi opinión absolutamente 'empleables' y no les costaría encontrar, a pesar de la situación del mercado laboral, un trabajo fuera de Catalunya Caixa, y este es un riesgo que no nos podemos permitir ", afirma en el correo del 9 de junio. "Os pediría una respuesta clarificadora que elimine todas estas inquietudes".



"No queremos tener ninguna sorpresa"

La respuesta, sin embargo, no llega. La serie de correos continúa el 16 de junio. Ante el silencio de los responsables del Banco de España, Todó se pone de nuevo en contacto para que "nos da la conformidad con nuestro modelo retributivo o indicar los cambios que según su opinión se deberían hacer", ya que "este es un tema muy relevante para nosotros y no queremos tener ninguna sorpresa a principios del año que viene con este punto ".

El mismo día, ante la insistencia de Todó, Martínez Tello responde de forma poco clarificadora: "Analizaremos todo lo que señalas y te diremos algo. En nuestra opinión, no debemos precipitarnos a tomar decisiones que puedan tener efectos colaterales imprevistos ".



"Una solución que nos dé seguridad jurídica"

El 2 de agosto, aunque sin un aval explícito del Banco de España, Todó insiste en la misma línea: "Cuando os envié todo el paquete retributivo del comité de dirección, le pedía que me dierais vuestra conformidad para evitar sorpresas innecesarias cuando el FROB esté de accionista ". Y reiteraba de nuevo la importancia de la cuestión: "Es un tema muy sensible para nosotros y lo deberíamos tener muy claro".

El 20 de septiembre, pocos días antes de la conversión en banco de Catalunya Caixa y de la segunda inyección de capital público del FROB, Todó sigue negociando su paquete retributivo: "Hay varios puntos que me preocupan y los que creo que hay que encontrar una solución adecuada y que a la vez nos dé seguridad jurídica al equipo directivo para abordar el nuevo proyecto ". La afirmación es significativa en vista de los acontecimientos posteriores, con la investigación judicial abierta por los sobresueldos de la entidad y la imputación de sus máximos responsables.



"No podemos ser menos que el resto de empleados"

En este correo electrónico, el ex presidente de Catalunya Banc reivindica con vehemencia sus intereses laborales ante el FROB. El alto cargo explica que, "por razones jurídicas", a la hora de pasar de director general de Caixa Catalunya para asumir la primera responsabilidad del banco, "es necesario realizar una nueva contratación que se haría con las mismas condiciones que las actuales , si bien con las mínimas y estrictas adaptaciones previstas en la normativa ". El contrato de Todó, que el diputado de la CUP David Fernández reveló en el marco de la comisión de cajas del Parlamento en julio de 2013, preveía una pensión de 3,5 millones de euros, entre otros privilegios. "Usted es un ladrón", espetó Fernández a Todó en ese cara a cara. "Como comprenderás, para nosotros es un tema irrenunciable, ya que no podemos ser menos que los restantes ocho mil empleados que se trasladarán al banco", escribía Todó en su correo del 20 de septiembre.

El 27 de septiembre, el consejo de administración de Cataluña Banco aprobó la subrogación de los contratos de Adolf Todó y Jaume Massana, incluyendo sus planes de pensiones y pólizas de seguros. Todó, sin embargo, no logró conservar todos sus privilegios mucho tiempo. Si bien en 2011 acabó cobrando 940.000 euros -entre salario fijo y variable-, en 2012 en pasó a percibir 183.000, consecuencia de la aplicación de un real decreto que limitaba las retribuciones de los ejecutivos de las entidades intervenidas por el Estado los 300.000 euros.

La situación de Todó dentro de la entidad se convirtió pronto insostenible y, en mayo de 2013, Catalunya Banc decidió aplicarle un despido disciplinario, tras múltiples desavenencias. Según el FROB, tanto él como Massana maniobraron para poner palos en las ruedas a la gestión del banco y conseguir un despido improcedente. Se da el caso de que por el momento la justicia ha reconocido a los dos ejecutivos la improcedencia de su despido, obligando Catalunya Banc a desembolsar una indemnización de 1,2 millones de euros. Los correos constan en el sumario instruido a raíz de este caso.




El FROB lo sabía

La serie de correos no sólo demuestra el interés de Todó asegurar su elevado salario, sino que el Banco de España, y, por tanto, el FROB, estaban al tanto de las privilegiadas condiciones del alto directivo. En la actualidad, el Juzgado de Instrucción núm. 30 de Barcelona ha decidido abrir juicio oral contra Todó y demás responsables de CatalunyaCaixa, incluyendo el que fue presidente de 2005 a 2010, Narcís Serra, número dos del Gobierno en la etapa de Felipe González. Serra, Todó y demás cargos habrían podido incurrir en un delito de administración desleal por haberse otorgado incrementos salariales con la entidad en el umbral de la ruina. La CUP y la asociación de usuarios de banca Ausbanc se han presentado como acusación popular.

Las retribuciones de Adolf Todó al frente de Catalunya Banc elevaron hasta 7,1 millones de euros entre 2008 y 2012, según consta en un informe del Banco de España incorporado a la causa. En el mes de noviembre, CRÍTICO revelaba que Todó, Jaume Massana, director general adjunto de la entidad, Sierra y el resto de directivos de la entidad habían repartido miles de euros en dietas en plena quiebra de la caja. Muchos de los consejeros que cobrarlas eran políticos del PSC o de CiU designados por la Diputación de Barcelona u otras instituciones públicas en los órganos directivos de la caja.

Feindesland

#1 Muchas gracias por el esfuerzo. No obstante, como leonés, te digo que el catalán se entiende sin problemas...

D

#2 Lo traduzco, para la comodidad de todos.

Feindesland

#3 Reitero mi agradecimiento.

desde luego, el castellano lo entiendo mucho mejor...

Minha

#3 Pués parece traducido por un traductor automático

Feindesland

#5 Trolazooooooooooo


lol lol lol