Quienes llevamos Madrid dentro, quienes hemos padecido durante décadas los gobiernos del Partido Popular (PP), tanto en la Comunidad como en la capital, no nos hemos visto sorprendido por la imputación de Prada. El proyecto de la Ciudad de la Justicia de Madrid apestaba de cabo a rabo. Sin embargo, Pablo Casado situó a Prada como el vigilante de la corrupción. Quizás lo que se vigila es que la corrupción que se ejerce no deje rastro alguno.
Es preciso tener en consideración que en el nombramiento de Prada hay un gesto de agradecimiento, porque él fue el padrino político de Casado. Mientras miles de jóvenes universitari@s hacían las maletas para trabajar poniendo cafés en Londres, Bruselas o París, Prada nombraba asesor a un Casado de 23 años sin la carrera de Derecho y cobrando 50.000 euros. ¿Era o no era de agradecer tal enchufe?
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Es preciso tener en consideración que en el nombramiento de Prada hay un gesto de agradecimiento, porque él fue el padrino político de Casado. Mientras miles de jóvenes universitari@s hacían las maletas para trabajar poniendo cafés en Londres, Bruselas o París, Prada nombraba asesor a un Casado de 23 años sin la carrera de Derecho y cobrando 50.000 euros. ¿Era o no era de agradecer tal enchufe?
Cansina, desgraciadamente cansina la noticia de corrupción en el PP.