Los datos filtrados de Credit Suisse revelan que 15 figuras del mundo de la inteligencia de una docena de países, además de sus familiares, tuvieron cuentas en el banco suizo. Entre ellos se encuentran funcionarios vinculados a casos de corrupción y tortura en los que se apoyaron Estados Unidos y sus aliados durante la llamada “guerra global contra el terrorismo”
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Aparte de acumular riquezas robadas estos espías también recibían en las cuentas suizas del Credit Suisse los sobornos de otros países tras venderse.