La República Islámica de Irán se enfrenta a una profunda crisis cuyos orígenes se remontan a su propia fundación en 1979. Esta crisis se enmarca en un dilema inherente a todos los Estados contemporáneos: el nivel de participación social en la política que la clase dominante está dispuesta a aceptar a cambio de una mayor estabilidad social, aunque ello implique un reparto más amplio de la riqueza y del poder. No obstante, en Irán, esta inestabilidad ha adoptado una forma particular debido a las transformaciones que han ocurrido en el país.
Comentarios
Ojalá sea cierto. Que sea ley natural que una sociedad, alcanzado cierto grado de desarrollo, tiende a querer superar los encorsetamientos sociales impuestos por la “tradición” y, en este caso, su interpretación por parte de una casta sacerdotal.