Uno de los hechos más significativos de 2017 será el seguro agotamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que no llegará siquiera para pagar la extra de Navidad del próximo año. Ante este hecho sin precedentes, estamos escuchando todo tipo de pronósticos catastrofistas, como que “es la quiebra del Estado”, “no hay para pagar las pensiones”, “bajarán las pensiones de forma drástica”, pero en esta columna analizaré cómo todos esos análisis son erróneos y realmente estamos hablando de algo muy distinto pero en el fondo más preocupante.
Comentarios
No es la crisis del régimen, es la consecuencia de llevar 30 años cargadon contra las pensiones de los trabajadores subsidios que nunca deberían haberse pagado con ese dinero. Me refiero a las pensiones no contributivas, viudedad, orfandaz, etc.
Ojo, no esoy en contra de estos gastos, que por lo general me parecen fantásticos y necesarios. Lo que me parece una aberración es que se tengan que financiar con cargo a los impuestos sobre el trabajo (que se suponen tienen una finalidad determinada diferente) y no con cargo a los presupuestos generales del estado, donde se financiarían con cargo a impuestos sobre el capital, el consumo, etc.
#1 Yo lo que veo una aberración es distinguir entre impuestos sobre el trabajo e impuestos sobre el capital y el consumo a la hora de dar servicios, si se supone que todo va a la misma caja. Una cosa es que se presupueste cada partida y otra decir que no hay dinero para pensiones porque los trabajadores no cotizan lo suficiente y que por eso hay que reformarlo (a.k.a bajar pensiones). Si el estado recauda X euros, esos X euros deberían destinarse a lo que haga falta independientemente de su origen