Hace 1 mes | Por BXXI a igualdadanimal.org
Publicado hace 1 mes por BXXI a igualdadanimal.org

Se infiltró como trabajador, ocultando su identidad bajo la rutina diaria de alimentar, limpiar y cuidar cerdos. Lo peor fue presenciar la violencia como lo pudimos ver en el material que filmó: uno de los trabajadores, un hombre adulto, alto y fuerte, lanzaba con toda su furia por el aire a los lechones desde un área de la granja a otra, estrellándolos contra las paredes, puertas y el suelo. Ese mismo trabajador empujó a un cerdito como castigo por no moverse, y por pura diversión, se sentó sobre esta cría dejando caer todo su peso sobre él.