Publicado hace 4 años por --638005-- a elperiodicoextremadura.com

Si antes los periodos de máxima actividad se reducían a ferias, fiestas, mercados o verano, ahora las puertas están más cerradas a cal y canto que nunca. Pero en esos ‘pueblos fantasma’ a la fuerza hay muchas iniciativas para que nadie se quede solo o sin atender durante el confinamiento. Son las consecuencias del coronavirus en la Extremadura rural, ahora más vaciada que nunca de gentes en sus calles.