Hace 10 años | Por Claustronegro a marcaporhombro.com
Publicado hace 10 años por Claustronegro a marcaporhombro.com

A priori es algo arriesgado: precisamente lo bueno de tener una marca potente es que precisamente no dependes de una sola persona, sus reacciones y posibles errores no tienen por qué manchar la de todo el partido, y da una imagen más plural y democrática. Por otro lado, potenciar la marca el candidato puede ayudar a dar más visibilidad a partidos a los que, al no tener representación parlamentaria, les resulta mucho más difícil hacerse un hueco en los medios y que cuentan con un líder cuyo reconocimiento es mayor.