1995. Jordi Pujol preside la Asamblea de las Regiones de Europa (ARC). En una de sus cumbres, el regionalismo holandés le exige moderación porque no todos los nacionalismos europeos pueden permitirse seguir la estela de Cataluña, a la que apoyan País Vasco y Escocia. Pujol se rebota. Para más inri, los flamencos se ponen del lado de los holandeses y también le piden mesura. Ofendido, el líder de CiU se desquita con una anécdota.
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