Eduardo Muñoz entra con su vieja embarcación en el puerto. La pintura de la proa del barco de pesca se está descascarando. El hombre parece desolado. "Antes, cuando salía a pescar regresaba con el doble de almejas", afirma con amargura mientras se sacude el pelo para quitarse la sal y deja dos grandes sacos llenos de marisco en el muelle
Lluvia de Sal nunca ha sido una gran carta. Si llevas monoroja petatierras y necesitas una carta que destruye dos tierras en un turno es porque no controlas el tempo de la partida.
Comentarios
El problema no es la desalinizadora....
Lluvia de Sal nunca ha sido una gran carta. Si llevas monoroja petatierras y necesitas una carta que destruye dos tierras en un turno es porque no controlas el tempo de la partida.