El pasado fin de semana toda España conoció de la agresión sufrida por una chica a las puertas de un bar en Murcia. Las imágenes, ciertamente reprochables, se han difundido hasta el infinito y han servido para criminalizar a toda la izquierda, pues esta vez resultó que la víctima era una conocida militante neonazi de la ciudad levantina. Los distintos medios -que en la mayoría de los casos obviaron ese dato-, advirtieron falsamente que la víctima lo había sido por llevar un brazalete con la bandera de España.
Comentarios
Estoy en contra de la violencia, y no es mi intención justificar la agresión de una decena de personas a una mujer, aunque siento reconocer que aún condenando la acción, no voy a sentir pena por alguien que ha recibido lo que tantas veces ha dado gratuitamente a otros por su condición sexual, étnica o política.
Yo no habría sabido expresarlo mejor.
En un país con régimen fascista, hay que cuidar de los suyos.
Criminalizar a los rojojudeomasones, y cuidar de los hijos de buena estirpe.
Si diez personas dan una paliza a otra, la que recibe la paliza es una víctima, independientemente de su orientación política o si es una buena o mala persona. Esta chica podría ser la triple reencarnación de Hitler, Satán y Stalin, y aún así estaríamos hablando de víctima. Lo único que se puede hacer es contextualizar el hecho dentro de la espiral de violencia en la que parece que se encontraba la víctima como agresora en otras ocasiones. Cualquier otra cosa es pasarse los derechos humanos por el forro.
A mi, de todo esto, me preocupan dos cosas:
La bajísima calidad periodística. Tapan descaradamente la condición de la "víctima" y subrayan reiteradamente la de los agresores. Parece que en lugar de contarnos la realidad, su función sea la de contarnos un cuento sacando cosas de la realidad, sacando solo lo que encaja con la historia que nos quieren contar, claro.
Me preocupa que jóvenes, incluso de familias bien, entiendan que la manera de hacer acciones políticas es la violencia (y aquí meto a ambos grupos por igual). Si esa es la idea de activismo, de participación ciudadana, de política, pues mal futuro tenemos.
Pero volviendo al punto 1, si encima los adultos, los mayores, los periodistas, sienten que tienen que contarnos la verdad a medias, porque en el fondo aprueban el comportamiento de "la víctima" y están en contra de las ideas políticas que los agresores dicen defender, en el fondo están justificando las "cacerías" de la "víctima" y sus amigos en lugar de, al igual que las agresiones de los agresores, sancionarlas y ponerlas en evidencia. Si esto no se hace, si no se rechaza el comportamiento y los grupos neonazis, están alentando y fomentando su comportamiento solo porque esos "periodistas" creen que sus ideas políticas les representan en contra de los rojos peligrosos (sean o no demócratas).
Un pena todo.
#3 #6 Nuestra televisión y nuestros Aede son el departamento de MinVerdad al completo.
En la foto de cabecera salen dos parches pixelados. Debe de ser un nazi japonés con parches de genitales.
¿Hablamos de medios de comunicación en España? Es más apropiado hablar de ellos como medios de intoxicacíon.