El horizonte de un mundo con más burócratas guiados por las matemáticas, menos intelectuales y un conocimiento mucho más parcial y débil amenaza profundamente a la enseñanza y a la sociedad. Cada vez sabemos más sobre más lugares y más cosas, pero contamos con menos análisis generales. Tenemos un déficit de teoría claro.
Básicamente se establece una batalla dialéctica entre el modelo anglosajón resultadista, cuantitativo y reduccionista (y sensacionalista), muy típico de las universidades americanas e inglesas, sin marco teórico fuerte, o superficial, y el modelo continental europeo (y español) teoreticista y holista, pero no tan especializado. Entiéndase esa especialización como algo negativo, como algo que, según el propio artículo "lleva al estudio exhaustivo de pequeños entornos, muchos más fáciles de analizar y sobre todo de cuantificar".
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Básicamente se establece una batalla dialéctica entre el modelo anglosajón resultadista, cuantitativo y reduccionista (y sensacionalista), muy típico de las universidades americanas e inglesas, sin marco teórico fuerte, o superficial, y el modelo continental europeo (y español) teoreticista y holista, pero no tan especializado. Entiéndase esa especialización como algo negativo, como algo que, según el propio artículo "lleva al estudio exhaustivo de pequeños entornos, muchos más fáciles de analizar y sobre todo de cuantificar".