Cierto es que, como cualquier otra moda, vienen y van, son efímeras, e incluso algunos simplemente se suman a la ola del postureo de este siglo XXI. Aunque, también cierto es que las buenas gentes de los lugares más sorprendentes son capaces de crear panorama, escena y escuela, en este ocasión del rap. Nos centramos en la localidad turística por excelencia: Benidorm. A pesar de su índole plenamente centrada en el turista, los jóvenes de la ciudad han decidido promover los valores del rap a través del freestyle, que cada vez va a más.