Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la psicología de masas, fundamenta el sustento de todos los sistemas de gobierno en la “manipulación de la opinión pública”, al afirmar que “ los Gobiernos, ya sean monárquicos, constitucionales, democráticos o comunistas, dependen de la aquiescencia de la opinión pública para llevar a buen puerto sus esfuerzos y, de hecho, el Gobierno sólo es Gobierno en virtud de esa aquiescencia pública”.
Comentarios
Pero eso no es déficit democrático, sino precisamente el fallo intrínseco de la democracia: que lo elegido por la mayoría del pueblo es siempre lo mejor, sin atender a que la masa puede ser fácilmente manipulada por los sentimientos.
El problema de la democracia es que la mayoría de la población susceptible a ser manipulado por los medios de comunicación o por la opinión pública es mayor que la gente que piensa por si misma y tiene convicciones firmes
#1 El déficit democrático yo entiendo que está en que los grandes medios de comunicación están en manos de gente con un sesgo (en cualquier sentido y en cualquier sistema de gobierno) y que la gente no es capaz de darse cuenta de ello.
La democracia pierde su razon de ser en el momento que se aplican herramientas de control de masas.
Cada día estas herramientas se perfeccionan increiblemente hasta llegar el punto en hacer creer al manipulado que su postura o decisión viene determinada por sus propias conclusiones.
Nunca en la historia los poderosos han tenido tantas herramientas a su disposición.