Si queremos definir la Economía Circular podríamos resumirlo todo en esta frase, transformar residuos en recursos, sin embargo se trata de un concepto que acaba siendo algo más complejo sin perder por eso su simplicidad y los lazos con la sostenibilidad que el tradicional sistema económico basado en producir, usar y tirar, cada día parece alejarse más. De algo tan obvio y coherente, pero quizás por eso tan falto de atención, va la Economía Circular.
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En realidad, si no maltratamos la naturaleza, la naturaleza sabe procesar nuestros residuos para volverlos a convertir así en cosas consumibles por nosotros mismos. Si maltratamos la naturaleza, la naturaleza nos maltratará a nosotros también con una extinción merecida y lógica, y entonces hará evolucionar otras especies en nuestro lugar que sepan adaptarse mejor a ella. No seremos la primera vez que la naturaleza produzca experimentos biológicos fallidos, ni seremos la última.
Dicho de otra forma: o resolvemos entre nosotros nuestro problema de sobreexplotación destructiva de la naturaleza, o la naturaleza lo resolverá por nosotros. La naturaleza no tiene ninguna negociación con el ser humano.
#1 Además debemos tener en cuenta otra cosa importante. Ya no se trata de que cambiemos nuestra forma de vida para evitar dañar la naturaleza, sino para evitar seguir dañándola: ya hay un daño importante hecho. Esto significa que incluso si apagáramos ahora mismo todas las máquinas sobre la faz de la tierra, la naturaleza aún necesitaría un par de siglos para reparar el daño ya hecho. Es decir, que quizá todavía no nos hayamos ganado que la naturaleza nos depare nuestra extinción, pero desde luego tenemos que prepararnos ya porque lo que sí va a hacer la naturaleza los próximos siglos es pegarnos un buen tirón de orejas, para que aprendamos a portarnos bien.