Hace 6 años | Por enedenoticias a blogs.publico.es
Publicado hace 6 años por enedenoticias a blogs.publico.es

Según la novedosa definición del Ministerio del Interior corro el peligro de que este artículo sea considerado un delito de odio en sí mismo, pero tal y como andan las cosas el mero hecho de abrir la boca ya es un riesgo. En España antes se podía acabar en la cárcel por hacer una obra infantil de títeres, por cantar un rap desafinado o por soltar un chiste de Carrero Blanco, pero ahora incluso te puede pasar por comentar el frío que hace en la calle o la sequía pertinaz que nos asola...

Comentarios

D

Atrevete a decir que va a hacer mal tiempo en Semana Santa y veras.

e

... Hasta hablar del tiempo se va a convertir en un deporte de riesgo según la neolengua del ministro Zoido, donde un delito de odio es cualquier incidente dirigido contra una persona por cualquier motivo o cualquier circunstancia. Una definición amplia de delito, como se ve, casi tan amplia como la definición de ministro del Interior según los ejemplares que nos gastamos en los últimos tiempos.

En efecto, si uno atiende a la definición de “incidente” tal y como se recoge en el Diccionario de la Real Academia, un delito equivale literalmente a algo “que sobreviene en el curso de un asunto o negocio y tiene con éste alguna relación”. Basta que el ofendido en cuestión alegue que sufre un resfriado o que tiene una plantación de tomates devastada por la falta de lluvia para que un inocente comentario sobre las bajas temperaturas o sobre el sol inmisericorde y legionario se transforme en un insultante hervidero de rencor y se presenten dos picoletos en la puerta de casa.