A traves de la extracción de rentas de los trabajadores socializando perdidas privadas, asumiendo que los dividendos por acciónes del royal casino llamado bolsa les corresponde por ley divina.
#1 Una economía debería ser de trabajadores, es decir, de profesionales. Donde un profesional debería ser un "profesional-empresario", es decir, todo profesional es al mismo tiempo empresario de su profesión, y por tanto es propietario (privado) de sus herramientas de trabajo, su capital (puede ser empresario de su profesión o bien accionista de su profesión, si su capital se integra técnicamente en un complejo industrial mayor).
Dado que cada profesional individual es también un empresario individual, esto no es en absoluto incompatible con la maximización de beneficios ni con la libertad de mercado: los trabajadores-profesionales-empresarios podrían moverse libremente por entre profesiones buscando la mayor rentabilidad, y con ello repartirían y desharían los beneficios excesivos, equilibrando también así la economía en términos de demandas productivas.
El problema con los beneficios excesivos es que son desestabilizadores, porque hacen a ciertos individuos conseguir para sí mayores partes de la producción, que son detraídas de otros trabajadores, a los que dejan sin ahorros. Y este problema no es fácil de resolver. En principio el libre mercado debería ser quien lo resolviese por sí mismo, pero aquí se da, no un fallo, sino el fallo fundamental del libre mercado, porque cuando los trabajadores se quedan sin sus ahorros, ya dependen del millonario que se los quitó, y ya no pueden iniciar nuevos negocios competidores. Podrían venir otros trabajadores de otras ramas a reducir el beneficio excesivo en este sector, pero si en esas otras ramas se ha producido el mismo fenómeno de acumulación monopolística del capital, el libre mercado queda completamente destruido.
En suma: el capital tiende a acumularse, inflexibilizarse y desliberalizarse, y el libre mercado ya no sabe deshacer esa acumulación. El capitalismo vence al libre mercado (aunque el libre mercado se inventó precisamente para vencer al capitalismo, igual que el comunismo). Por tanto el libre mercado necesita ciertas "ayudas" catalizadoras procedentes del malvado y odioso papá Estado, que le asistan en su fallo fundamental.
Pero claro, todo en esta vida se compra, y los capitalistas millonarios comprarán el gobierno de la nación para mantener sus chiringuitos extractivos. Solo tenéis que ver el chalet del coletas.
Comentarios
A traves de la extracción de rentas de los trabajadores socializando perdidas privadas, asumiendo que los dividendos por acciónes del royal casino llamado bolsa les corresponde por ley divina.
Lo único que produce valor es el trabajo, y eso lo generan sólo los trabajadores.
#1 Una economía debería ser de trabajadores, es decir, de profesionales. Donde un profesional debería ser un "profesional-empresario", es decir, todo profesional es al mismo tiempo empresario de su profesión, y por tanto es propietario (privado) de sus herramientas de trabajo, su capital (puede ser empresario de su profesión o bien accionista de su profesión, si su capital se integra técnicamente en un complejo industrial mayor).
Dado que cada profesional individual es también un empresario individual, esto no es en absoluto incompatible con la maximización de beneficios ni con la libertad de mercado: los trabajadores-profesionales-empresarios podrían moverse libremente por entre profesiones buscando la mayor rentabilidad, y con ello repartirían y desharían los beneficios excesivos, equilibrando también así la economía en términos de demandas productivas.
El problema con los beneficios excesivos es que son desestabilizadores, porque hacen a ciertos individuos conseguir para sí mayores partes de la producción, que son detraídas de otros trabajadores, a los que dejan sin ahorros. Y este problema no es fácil de resolver. En principio el libre mercado debería ser quien lo resolviese por sí mismo, pero aquí se da, no un fallo, sino el fallo fundamental del libre mercado, porque cuando los trabajadores se quedan sin sus ahorros, ya dependen del millonario que se los quitó, y ya no pueden iniciar nuevos negocios competidores. Podrían venir otros trabajadores de otras ramas a reducir el beneficio excesivo en este sector, pero si en esas otras ramas se ha producido el mismo fenómeno de acumulación monopolística del capital, el libre mercado queda completamente destruido.
En suma: el capital tiende a acumularse, inflexibilizarse y desliberalizarse, y el libre mercado ya no sabe deshacer esa acumulación. El capitalismo vence al libre mercado (aunque el libre mercado se inventó precisamente para vencer al capitalismo, igual que el comunismo). Por tanto el libre mercado necesita ciertas "ayudas" catalizadoras procedentes del malvado y odioso papá Estado, que le asistan en su fallo fundamental.
Pero claro, todo en esta vida se compra, y los capitalistas millonarios comprarán el gobierno de la nación para mantener sus chiringuitos extractivos. Solo tenéis que ver el chalet del coletas.
#1 eso no es verdad. De hecho es un simplismo importante.
Vaya, parece que por fin se están dando cuenta. Poco a poco, pero se están dando cuenta.