Hace más de mil días que finalizaron los mandatos en el CGPJ y, a diferencia de cualquier trabajador temporal sometido a la misma Constitución, sus miembros siguen cobrando. Es demagogia, pero mucho más caro nos cuesta el abuso. Tan caro, que Casado se permitió decir el 2 de septiembre “que Sánchez abandone toda esperanza de renovar el CGPJ”, el día 4 que “el problema es de Sánchez, no nuestro” y, en medio, la prensa titulaba que “Casado emplaza a Sánchez a renovar el poder judicial si acepta un cambio de modelo”.
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Cualquier trabajador temporal que 1000 días después sigue trabajando en el mismo puesto ya no sería temporal, ya sería indefinido