La gestión de la Xunta de Galicia respecto a los centros públicos de la comunidad vuelve a estar en el punto de mira. En los últimos días surgen diversas denuncias contra una reducción del cuerpo de profesores "sin precedentes", según la CIG, que podría recortar hasta en cinco personas la dotación de diversos centros gallegos. Aunque en un principio se apuntó a los institutos como los espacios más damnificados, las últimas nuevas dibujan un panorama igualmente duro en las escuelas infantiles.
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Esta Celaá es una desalmada
La gestión de la Xunta de Galicia de los centros públicos de la comunidad vuelve a estar en el punto de mira. En los últimos días surgen diversas denuncias contra una reducción del cuerpo de profesores "sin precedentes", según la CIG, que podría recortar hasta en cinco personas la dotación de diversos centros gallegos. Aunque en un principio se apuntó a los institutos como los espacios más damnificados, las últimas nuevas dibujan un panorama igualmente duro en las escuelas infantiles.
El caso de la unitaria de Sabaxáns, en Brión, va por ese camino. La ANPA organizada alrededor de este centro de la comarca de Santiago acaba de denunciar el cierre de una de las dos aulas con las que contaba la escuela, que a partir de ahora pasará a "agolpar" sus 18 alumnos en una sola clase. El problema estaría en que, según una madre, la Xunta estaría evitando reconocer la situación de dos chavales con deficiencias porque, de esa manera, no podría ejecutar el recorte anunciado.
El aula de la escuela de Sabaxáns cierra tras perder el centro uno de los dos docentes con los que contaba. Aparte, y según apunta esta madre, Sabaxáns disponía hasta el año pasado de una profesora de apoyo que se desplaza a la escuela para atender los dos chavales con necesidades especiales ya mencionados. La Xunta también habría reducido las horas de esta profesional --a pesar de que ella pedía "más horas", destaca la madre-- y, además, estaría evitando reconocer la situación de los niños a nivel educativo.
La problemática de estos dos niños es que, según apunta esta madre, no están inscritos como alumnos con necesidades especiales a ojos de la Consellería. A pesar de que la dirección del centro ya cuenta con la documentación en regla, los responsables de inspección no se desplazaron aún a la unitaria a estudiar el caso o incluso recoger los papeles; eso que la petición se realizó ya en el curso pasado.
Según comenta la madre, si inspección hubiese reconocido las necesidades especiales de estos niños, el número de alumnos pasaría a ser 20, ya que cada uno de estos niños contaría como dos matrículas. En cuyo caso, la Xunta se vería obligada a restituir el docente eliminado y mantener las dos aulas abiertas. Pero, como apuntan, el reconocimiento sigue sin hacerse efectivo: No quieren venir a reconocerla porque así les es más fácil, censura.
"RIESGO" SANITARIO
El cierre del aula provocará que los 18 chavales de la unitaria de Brión pasen a ocupar un aula, circunstancia que no solo dificultará mantener la calidad docente dada hasta el momento. Según apunta esta madre, los niños apenas cabrían en el aula físicamente; una circunstancia que ya echaría por tierra la posibilidad de disponer, como suele suceder en estos centros, de áreas específicas: "no va a haber zona de lectura ni de juegos, sólo mesas y niños amontonados, porque las aulas son diminutas", apunta.
La problemática podría afectar también al propio desarrollo de las aulas. Sabaxáns aprovechaba, hasta este año, las dos habitaciones del centro para distribuir entre ellas a los niños por razón de edad, que oscila entre los tres y seis años. Sin embargo, en estas nuevas circunstancias, el centro contaría con una única docente para chavales de necesidades muy diversas. Mientras unos siguen aprendiendo a leer y escribir, otros precisan atención mucho más directa: "algunos de los más pequeños no controlan esfínteres aún", destaca la madre.
"ESTA ESCUELA VA A CERRAR"
Estas dificultades podría tornar en consecuencias de mayor gravedad porque a la unitaria de Brión asiste un chaval con inmunodeficiencia. Con la configuración en dos aulas, el curso 2020/2021 se saldó "sin uno sólo contagio", según destaca esta madre. "Los niños en las clases no se mezclaban en ningún momento, hacían los recreos separados y no hubo que cerrar ningún aula", apunta. Sin embargo, con la reestructuración orquestada por la Xunta de Galicia, las crianzas pasarían a recibir aulas en ese único espacio; circunstancia que podría poner en peligro a salud del niño en tela de juicio. La madre consultada por Galicia Confidencial apunta que, ante esta situación, seguir mandando el niño a la escuela supone un riesgo.
Denuncian que inspección no atiende sus demandas, circunstancia que se replica con la Defensora del Pueblo y la propia Consellería de Educación. "Sólo el Ayuntamiento nos atiende", apunta esta madre integrada en la ANPA, ahora implicada en evitar este cierre que podría terminar, apuntan, en la clausura total de las unitarias. "Si seguimos así en 4 o 5 años esta escuela va a cerrar", apunta antes de lanzar un dardo a la administración autonómica: "La Xunta mucho habla de apoyar el rural, pero cuando pueden cierran una unitaria", señala en referencia al cierre de la Escuela A Luaña, también en el municipio, efectuado en julio de 2020.
Sólo piensan en el puto dinero