#3:
Un demócrata, si está en contra de algo, saca las urnas y hace campaña por el NO. Un facha de mierda amenaza con sacar los tanques, meter a gente en la cárcel, suspender la autonomía, aplicar la ley...
Nada mas que añadir.
#1:
traducción:
En caliente y a pie de urna, el hecho más obvio es que ya nada será como antes. Que han cambiado todas las tornas, a pesar del resultado final, y que el melón de la soberanía de los pueblos ya se ha iniciado. Porque de resultados hay, por lo menos, dos. El cómo, que ya es victoria --el pueblo escocés ha decidido ejerciendo la autodeterminació-- y el que --el no ganador, tras las ofertas de 'dev-max' de Londres, la cultura del miedo y toda la artillería política, mediática y financiera desplegada 'urbi et orbe' para un combate desigual. Todo el sistema global, digámoslo así, haciendo campaña por el no: de BP en la República China, pasando por la UE, el FMI, la OCDE y una BBC que ha dejado de serlo. Y un 44% diciéndoles, con el sí, que no.
Hay aún, claro, un tercer resultado en medio del siglo XXI. Que la vieja y devastadora tradición imperial y colonial británica --de la India a Irlanda-- haya optado por el referéndum de autodeterminación --como optó por el diálogo resolutivo a Irlanda-- despoja de todo el estado español y su cultura autoritaria, represiva e inquisitorial y agota el modelo decimonónico de la UE de inamovibles legalidades estatales frente a nuevas soberanías políticas y sociales. Bismarck contra Bolívar, cuando un país es su gente, digámoslo así. Allí, urnas, aquí código penal y Tribunal del Santo Oficio del Constitucional. Cuando Londres no es Madrid. Cuando Rajoy no es Cameron. Mil fábulas desmontadas del todo: ni rastro de fractura social, sólo un debate democrático de altos vuelos sobre el futuro de Escocia. Sólo urnas, la máxima participación registrada nunca, la máxima movilización política 'grassroots' de estos últimos decenios y un pueblo decidiendo. Para nuestra región, en cambio, fiscales de guardia, amenazas de suspensión de autonomía y palos, incluso con la zanahoria.
Apunte final. El título del filme 'Trainspotting' se refiere el hecho de sentarse y mirar los trenes como pasan. Hoy hemos visto pasar el tren escocés, que continúa su viaje. Pronto nos tocará de no mirar sino de coger el nuestro. Y desde esta perspectiva, sí destacaría otra victoria inapelable: la tarea impresionante de la Radical Independence Campaign (RIC), a caballo de plataforma y movimiento social de la izquierda radical, que ha presentado el debate en clave socio -política y económica, de rechazo al neoliberalismo thatcheriano y de futuros sociales solidarios diferentes. El James Connolly nacido en Edimburgo, revisitado, sonreiría hoy. Cuando el sí al cambio social ha sido la raíz del sí al cambio político. Desde nuestra complicidad con el independentismo escocés, continuaremos susurrando la vieja vuelta de Billy Bragg --el cantante inglés que ha apoyado al Yes '-:' Waiting for the great leap forwards. 'Nada igual, pues: Escocia nunca más callará ni la harán callar.
Ahora, hoy mismo, a continuación, nos toca a nosotros tomar el testigo, sin ninguna posibilidad de escenario británico. Para otros viales y con otro tren. (Desde) Obedecer, votar y ganar. Pero, sea como sea, gracias Escocia. Por haber desmontado Rajoy, Madrid y todos los Torquemadas. Desnudándose por todos los frentes, formatos y agujeros. Seguimos y seguiremos decidiendo. Para que el tren del futuro que no se puede perder es más democracia. No menos. Y sin echarse atrás. Y a toda máquina. Indesinenter, sin detenernos, que ya llegamos.
Un demócrata, si está en contra de algo, saca las urnas y hace campaña por el NO. Un facha de mierda amenaza con sacar los tanques, meter a gente en la cárcel, suspender la autonomía, aplicar la ley...
traducción:
En caliente y a pie de urna, el hecho más obvio es que ya nada será como antes. Que han cambiado todas las tornas, a pesar del resultado final, y que el melón de la soberanía de los pueblos ya se ha iniciado. Porque de resultados hay, por lo menos, dos. El cómo, que ya es victoria --el pueblo escocés ha decidido ejerciendo la autodeterminació-- y el que --el no ganador, tras las ofertas de 'dev-max' de Londres, la cultura del miedo y toda la artillería política, mediática y financiera desplegada 'urbi et orbe' para un combate desigual. Todo el sistema global, digámoslo así, haciendo campaña por el no: de BP en la República China, pasando por la UE, el FMI, la OCDE y una BBC que ha dejado de serlo. Y un 44% diciéndoles, con el sí, que no.
Hay aún, claro, un tercer resultado en medio del siglo XXI. Que la vieja y devastadora tradición imperial y colonial británica --de la India a Irlanda-- haya optado por el referéndum de autodeterminación --como optó por el diálogo resolutivo a Irlanda-- despoja de todo el estado español y su cultura autoritaria, represiva e inquisitorial y agota el modelo decimonónico de la UE de inamovibles legalidades estatales frente a nuevas soberanías políticas y sociales. Bismarck contra Bolívar, cuando un país es su gente, digámoslo así. Allí, urnas, aquí código penal y Tribunal del Santo Oficio del Constitucional. Cuando Londres no es Madrid. Cuando Rajoy no es Cameron. Mil fábulas desmontadas del todo: ni rastro de fractura social, sólo un debate democrático de altos vuelos sobre el futuro de Escocia. Sólo urnas, la máxima participación registrada nunca, la máxima movilización política 'grassroots' de estos últimos decenios y un pueblo decidiendo. Para nuestra región, en cambio, fiscales de guardia, amenazas de suspensión de autonomía y palos, incluso con la zanahoria.
Apunte final. El título del filme 'Trainspotting' se refiere el hecho de sentarse y mirar los trenes como pasan. Hoy hemos visto pasar el tren escocés, que continúa su viaje. Pronto nos tocará de no mirar sino de coger el nuestro. Y desde esta perspectiva, sí destacaría otra victoria inapelable: la tarea impresionante de la Radical Independence Campaign (RIC), a caballo de plataforma y movimiento social de la izquierda radical, que ha presentado el debate en clave socio -política y económica, de rechazo al neoliberalismo thatcheriano y de futuros sociales solidarios diferentes. El James Connolly nacido en Edimburgo, revisitado, sonreiría hoy. Cuando el sí al cambio social ha sido la raíz del sí al cambio político. Desde nuestra complicidad con el independentismo escocés, continuaremos susurrando la vieja vuelta de Billy Bragg --el cantante inglés que ha apoyado al Yes '-:' Waiting for the great leap forwards. 'Nada igual, pues: Escocia nunca más callará ni la harán callar.
Ahora, hoy mismo, a continuación, nos toca a nosotros tomar el testigo, sin ninguna posibilidad de escenario británico. Para otros viales y con otro tren. (Desde) Obedecer, votar y ganar. Pero, sea como sea, gracias Escocia. Por haber desmontado Rajoy, Madrid y todos los Torquemadas. Desnudándose por todos los frentes, formatos y agujeros. Seguimos y seguiremos decidiendo. Para que el tren del futuro que no se puede perder es más democracia. No menos. Y sin echarse atrás. Y a toda máquina. Indesinenter, sin detenernos, que ya llegamos.
Como me he reído com Rajoy con lo de "se han quedado con nosotros", ¿nadie tiene el vídeo? a los escoceses les ha faltado el líder de los españoles haciendo campaña.
Comentarios
Un demócrata, si está en contra de algo, saca las urnas y hace campaña por el NO. Un facha de mierda amenaza con sacar los tanques, meter a gente en la cárcel, suspender la autonomía, aplicar la ley...
Nada mas que añadir.
traducción:
En caliente y a pie de urna, el hecho más obvio es que ya nada será como antes. Que han cambiado todas las tornas, a pesar del resultado final, y que el melón de la soberanía de los pueblos ya se ha iniciado. Porque de resultados hay, por lo menos, dos. El cómo, que ya es victoria --el pueblo escocés ha decidido ejerciendo la autodeterminació-- y el que --el no ganador, tras las ofertas de 'dev-max' de Londres, la cultura del miedo y toda la artillería política, mediática y financiera desplegada 'urbi et orbe' para un combate desigual. Todo el sistema global, digámoslo así, haciendo campaña por el no: de BP en la República China, pasando por la UE, el FMI, la OCDE y una BBC que ha dejado de serlo. Y un 44% diciéndoles, con el sí, que no.
Hay aún, claro, un tercer resultado en medio del siglo XXI. Que la vieja y devastadora tradición imperial y colonial británica --de la India a Irlanda-- haya optado por el referéndum de autodeterminación --como optó por el diálogo resolutivo a Irlanda-- despoja de todo el estado español y su cultura autoritaria, represiva e inquisitorial y agota el modelo decimonónico de la UE de inamovibles legalidades estatales frente a nuevas soberanías políticas y sociales. Bismarck contra Bolívar, cuando un país es su gente, digámoslo así. Allí, urnas, aquí código penal y Tribunal del Santo Oficio del Constitucional. Cuando Londres no es Madrid. Cuando Rajoy no es Cameron. Mil fábulas desmontadas del todo: ni rastro de fractura social, sólo un debate democrático de altos vuelos sobre el futuro de Escocia. Sólo urnas, la máxima participación registrada nunca, la máxima movilización política 'grassroots' de estos últimos decenios y un pueblo decidiendo. Para nuestra región, en cambio, fiscales de guardia, amenazas de suspensión de autonomía y palos, incluso con la zanahoria.
Apunte final. El título del filme 'Trainspotting' se refiere el hecho de sentarse y mirar los trenes como pasan. Hoy hemos visto pasar el tren escocés, que continúa su viaje. Pronto nos tocará de no mirar sino de coger el nuestro. Y desde esta perspectiva, sí destacaría otra victoria inapelable: la tarea impresionante de la Radical Independence Campaign (RIC), a caballo de plataforma y movimiento social de la izquierda radical, que ha presentado el debate en clave socio -política y económica, de rechazo al neoliberalismo thatcheriano y de futuros sociales solidarios diferentes. El James Connolly nacido en Edimburgo, revisitado, sonreiría hoy. Cuando el sí al cambio social ha sido la raíz del sí al cambio político. Desde nuestra complicidad con el independentismo escocés, continuaremos susurrando la vieja vuelta de Billy Bragg --el cantante inglés que ha apoyado al Yes '-:' Waiting for the great leap forwards. 'Nada igual, pues: Escocia nunca más callará ni la harán callar.
Ahora, hoy mismo, a continuación, nos toca a nosotros tomar el testigo, sin ninguna posibilidad de escenario británico. Para otros viales y con otro tren. (Desde) Obedecer, votar y ganar. Pero, sea como sea, gracias Escocia. Por haber desmontado Rajoy, Madrid y todos los Torquemadas. Desnudándose por todos los frentes, formatos y agujeros. Seguimos y seguiremos decidiendo. Para que el tren del futuro que no se puede perder es más democracia. No menos. Y sin echarse atrás. Y a toda máquina. Indesinenter, sin detenernos, que ya llegamos.
Que pena que todas las noticias sobre Cataluña y el referéndum tengan negativos. Estamos degradando menéame.
Como me he reído com Rajoy con lo de "se han quedado con nosotros", ¿nadie tiene el vídeo? a los escoceses les ha faltado el líder de los españoles haciendo campaña.
#4 Si los escoceses hubiesen sabido que "se quedaban con Rajoy" fijo que el resultado habría sido otro!
#9 Siii... por que uno dijo.... tengo una ikea!!!
Madrid tampoco es Madrid
Necesitáis la llave del Ikea.
#7 https://pbs.twimg.com/media/BxvLCifCEAE0UUw.jpg First we need to get the keys
#8: Los independentistas escoceses se basaron en la campaña del Ikea, cuando hablan de una casa como una república independiente se les nota.