Hace 9 años | Por JoseMartinCR a unicef.org
Publicado hace 9 años por JoseMartinCR a unicef.org

Musu Koroma nunca olvidará el día en que le dijeron que su hijo de 14 años, Sanfa, había muerto de Ébola. Sanfa había estado estudiando en una escuela coránica en el pueblo de Gbonjiema, a un paseo de dos horas de su pequeño pueblo de Pelewahun. Él y otro chico estaban infectados con el virus de Ébola. Fue trasladado a la capital del distrito de Moyamba, Bo. "Oí a los funcionarios del gobierno que los dos niños infectados en Gbonjiema habían muerto", nos relata Musu Koroma.