Hace 9 meses | Por Shuquel a bbc.com
Publicado hace 9 meses por Shuquel a bbc.com

La participación y el apoyo de la Generación Z a los sindicatos organizados tiene sentido si consideras el contexto de su experiencia, explica Kate Bronfenbrenner, directora de investigación sobre educación laboral y profesora de la Escuela de Relaciones Industriales y Sindicales de la Universidad de Cornell, EE.UU. “Primero que nada, ellos crecieron escuchando que iban a estar mejor que sus padres”, dice. “El hecho es que tuvieron dificultad para encontrar trabajo, y los trabajos que encontraron no eran tan buenos como los de sus padres”.

Comentarios

Magog

Los sindicatos no son nada sin una base activa, en España se eliminó la base y así nos va, esperando que el sindicato, una especie de ente mistico, te salve el culo, sin mover tu ni el más mínimo dedo (o estar afiliado, por lo menos, como el chiste del que Reza a Jesus para que le toque la loteria y Jesus le dice "por lo menos juega, hijo mío!")

Robus

#2 No se yo que sindicatos habrás visto en acción, pero en las TI lo máximo que he visto hacer por los trabajadores es entregarles un calendario de bolsillo patrocinado.

Discusiones acaloradas entre sindicalistas las he visto... para ver como se repartian los días libres (*) que les tocaban por estar en el sindicato.

(*) Días libres: Horas "liberadas" que deberían dedicar a atender a los trabajadores y a reunirse para ver como estaba la situación laboral.

Cuando ves en primera persona que el sindicato de la empresa en una región maniobra para que los de otra región se queden sin subida de sueldo a cambio de que esta se haga en su región... y cuando esos mismos te piden que te movilices TU cuando la patronal no cumple lo prometido y al final tampoco se lo sube en su región (os lo juro, tuvieron los santos cojones de pedirnos que hiciesemos huelga)... pues ¿que quieres que te diga?... no hay base porque se lo han ganado a pulso.

Mosquitocabrón

#2 Puedes probar la CNT-AIT cuando quieras.

Zurdorium

es pa mear y no echar gota. Lo peor es que se lo creen.