Hace 10 años | Por Stillman a cuartopoder.es
Publicado hace 10 años por Stillman a cuartopoder.es

Se sienten tan felices de poder oír que pagan cantidades abusivas para poder seguir oyendo. Un reducido número de empresas (tres) les suministran los implantes auditivos, los “fidelizan” a su marca y les cobran un ojo de la cara por los repuestos. Las autoridades gubernamentales les ignoran, pues no es su oficio escuchar. Lo que no hay es una norma que ponga freno al lucrativo negocio de las reparaciones, la renovación y los repuestos de los implante cocleares para las personas sordas.

Comentarios

cuchufletas

Muy buen artículo. Yo añadiría que toda la tecnología que fuera implantada en nuestros cuerpos debería ser de código libre, para romper situaciones como estas.

Stillman

#1 pues sí, porque además cuandp tengas que renovar tecnología externa ésta deberá ser compatible con la que lleves dentro.