Hace 8 años | Por DORAP a slate.com
Publicado hace 8 años por DORAP a slate.com

Sucedió en 1981, los negociadores de la policía llevaban horas intentando en vano convencer al hombre para que no saltara. Informado de la situación que se vivía apenas a unas manzanas de su domicilio, Ali tardó cuatro minutos en presentarse en el lugar montado en su Rolls Royce, se bajó del coche, atravesó la calle sin hacer caso a la multitud que se agolpaba y que animaba al joven a que saltara, y entró en el edificio. 20 minutos más tarde, Alí y el suicida, se montaban en el Rolls Royce dirección a la comisaría más cercana.

Comentarios

D

La policía no lo haría tan mal cuando pasaron horas sin que el tío se tirara.

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"Baja de ahí o te meto un par de hostias que te dejo mirando para Arkansas"

Snow7

"Volví a mi coche y llamé a Ali de todos modos," dijo Bingham. "Le dije a Ali había un tipo aquí en un edificio cerca de una milla de su casa y tal vez podría pasar."

Dentro del espectro de especialistas para atender una crisis de suicidio, a alguien convenientemente se le ocurre llamar a Muhammad Ali, vaya pasada.

No es el caso, pero me recuerda el suicidio convenientemente resuelto por Erdoğan.