Hace 2 años | Por --665266-- a elpais.com
Publicado hace 2 años por --665266-- a elpais.com

“Pocketing, Irene, se llama pocketing. A ese pavo no le pasa nada que no les pase a otros mil”. Con esa frase se dio cuenta de que el hombre con el que salía desde hacía más de un año, “por decir algo”, no estaba “en un mal momento” sino que respondía a un patrón. “Tuve que preguntarle que de qué me estaba hablando porque no había escuchado esa palabra jamás”. “Es cuando tienes una relación con alguien, pero no sale de las paredes de su casa. Fuera de ahí… no te conoce. De ahí lo de pocketing, de pocket, de bolsillo.

Comentarios

Raziel_2

El artículo está bastante bien, las explicaciones son claras y los comportamientos descritos son verosímiles.

Me chirría que solo haya testimonios de mujeres, pero bueno, teniendo en cuenta que está escrito por una periodista que ostenta el puesto de "periodista de género", pues me encaja.

No estoy de acuerdo con las conclusiones, si embargo. Dice que son las mujeres las más afectadas por las relaciones tóxicas ya que los hombres al perder el control de otros aspectos de su entorno en favor de las mujeres, refuerzan su masculinidad a través del control de la sexualidad.

No creo que esa sea una explicación suficiente ni acertada. Hay más motivos por los cuales las relaciones son cada vez más cortas y egoístas, y tiene más que ver con el aumento del egoísmo de los individuos, tanto hombres como mujeres, que un refuerzo por parte de ellos ante la perdida de espacios.

P

#1 De acuerdo contigo, el artículo está muy bien pero no creo que las mujeres sean más afectadas que los hombres. Se produce en ambas direcciones.