Hace 9 años | Por ciborg a canarias7.es
Publicado hace 9 años por ciborg a canarias7.es

Diez años después de denunciar por acoso sexual a un superior y conseguir que fuera condenado, la médico militar canaria Elisa Romera ha sido jubilada del Ejército. El «infierno» vivido entonces la sumió en un estado anímico que no superó y se agravó una vez destinada a Canarias, donde vivió otra situación compleja. Defensa considera ahora que no es «apta», pero lo desvincula del sufrimiento vivido.

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La junta médico pericial de Las Palmas –integrada por tres personas– la reconoce y concluye que Elisa no es apta para el desempeño militar por el sufrimiento que acumula en sus años en el Ejército.

El expediente se remite a Madrid y entonces Defensa decide hacerle un nuevo reconocimiento. La citan en Madrid y a través analíticas, radiografías y escáneres, determinan que efectivamente no es apta pero rectifican el informe de Las Palmas y desvinculan su patología de los abusos sufridos. «Así zanja y tapa Defensa un caso que pondría en entredicho la imagen del Ejército y el proceder de algunos de sus mandos, en un mundo que continúa siendo para los hombres», dice Elisa.

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