Sin embargo, en esto en Barcelona, como siempre, somos unos adelantados. Si ya hace unos años que nuestra ciudad se presenta como el mejor y más avanzado laboratorio de prácticas urbanas neoliberales, en esto de la felicidad estamos también a la última y hemos llegado a la conclusión de que ni Dios ni la Iglesia son los últimos responsables. No, se trata, atención, de la innovación...
Comentarios
#0 Si sigues meneando casi en exclusiva tus propios artículos y posts, no has elegido buen camino...
#1 OMG!