Hace 6 años | Por --526496-- a theguardian.com
Publicado hace 6 años por --526496-- a theguardian.com

El pasado verano, la directora de documentales Deeyah Khan comenzó a recibir amenazas - para ser violada, torturada, gaseada y asesinada - expresiones que las mujeres de grupos minoritarios reciben a menudo por odio. Khan está acostumbrada al abuso racial: creció en Noruega (su madre es de Afganistán, su padre de Pakistán), y conocía las marchas neonazis. Pero el abuso que recibió el año pasado fue particularmente vil e implacable, y decidió que ya no quería tener miedo de esta generación de supremacistas blancos recién envalentonados.

Comentarios

D

melafo,jodete@javierb te quito el curro.

ÆGEAN

#1 Bah, si@javierB solo selafo se lo quitarías.

Este se iría a vivir con ella como fuera... ¡y gratis!

ﻞαʋιҽɾαẞ

#1 Lo intenté, pero me dijo que no comía cerdo.

D

#3 pues dale un bogavante,por detras y por delante.

Romfitay

Qué curioso, hasta acabada la segunda guerra mundial todos los países árabes estaban con Alemania y los nazis.