Hace 4 años | Por Verdaderofalso a elcomercio.es
Publicado hace 4 años por Verdaderofalso a elcomercio.es

El detenido, de origen marroquí, realizó tres cortes en el estómago a la víctima en la parte alta de Los Pericones. Ya le han dado el alta

Comentarios

D

"realizó tres cortes en el estómago a la víctima en la parte alta de Los Pericones" buff, con lo que duele esa zona

Dene

#3 yo todavía me estoy buscando los pericones...mas o menos por donde están?

Aucero

#5 Mas abajo que los pezones

D

#5 Justo debajo del diafragma y donde nace la barriga.

Se llama así porque cuando te metes perico al echarte hacia atrás para decir “Hostia puta que buena” u “Hostia puta como rasca, que mierda” te arqueas de tal manera que cuando los restos o piedras más grandes previamente no machacadas, “pericones”, que se quedan en la nariz caen en ese preciso instante y quedan en esa parte del cuerpo comprendido entre el plexo solar y la mitad de la barriga, cuanta más barriga más pericones se recogen. El término médico fue acuñado por el oculista Karl Koller tras una reunión en un balneario vienes con Aldous Huxley, Sigmun Freud y una persona sin determinar. Estando los cuatro reunidos alrededor de una mesa, sin camiseta, luciendo ciclos, y un poco pasados de brandy empezó a correr la farlopa, tenemos que tener en cuanta que en aquella época no veían nada de malo en consumir cocaina. Tras unos cuantos gramos Freud que iba hasta las trancas, nunca tuvo medida, se dirigió groseramente a una dama que cruzaba recatadamente el salón con la siguiente frase: “Eh, joven dama, creo que mi YO y MI ELLO coinciden en que con mi SÚPER-YO me gustaría hacerle lo que papa le hacía a mamá” y a continuación prorrumpió en llanto. La joven dama escandalizada se dirigió a la mesa para reprochar a los compañeros de Freud que hubiesen permitido que su amigo perdiese el autocontrol de esa manera tan vergonzosa además les recriminó su aspecto ya que todos llevaban una línea de polvo blanco entre el plexo solar y la barriga y que más parecían salvajes del continente negro con sus marcas tribales que caballeros europeos a lo que Huxley reaccionó entre grandes carcajadas y gritando “Tienes la tripa llena de pericones, ven aquí Koller, gordo cabron que te voy a esnifar todo lo que llevas ahí que lo menos es medio gramo” echándose sobre el abdomen de este, con un billete doblado en la nariz e intentando esnifar de la barriga del médico los pericones que se le habían acumulado, acción que hizo mucha gracia al resto de sus compañeros que rompieron a reír también. La situación no pasó desapercibida en el gran salón y gran parte de la afluencia se sintió molesta por el comportamiento de nuestros irreverentes y farloperos amigos, entre los prohombres más destacados del salón se encontraba Guillermo ll de Alemania, un tipo poco dado a las bromas chabacanas y a que le tocasen los cojones, que no dudo en llamar a un grupo de infantes prusianos que lo solían acompañar a todas partes para que invitasen, a culatazos si era necesario, a los molestos caballeros a abandonar el salón. Poco se sabe de lo que sucedió esa noche, con la afición de Huxley por las drogas duras ya os podéis imaginar, que si un poco de keta por aquí, un poco de yo que se por allá y tengo un colega que pasa una heroína de Puta madre para bajar el subidón.
Lo que sí que sabemos, esta descrito en las memorias de Koller, es que ya en casa de Freud un Koller y Huxley desmadejados en sendos divanes compartían un porro y confidencias. Koller confesó que se sentía frustrado porque veía que su carrera no iba a aportarle un gran descubrimiento que escribiese su nombre con letras de oro en la historia de la medicina, ni con letras de oro ni con tinta, le había tocado vivir una época en la que todos los días había grandes descubrimientos en medicina y el era poco más que un médico de pueblo con aires de grandeza rodeado de genios. A lo que Huxley contestó ¿Y para qué quieres hacer un descubrimiento? No hace falta nada especia para pasar a la historia, coge algo que ya exista, cámbiale el nombre y di que lo has definido tú, con los contactos adecuados y algo de dinero puedes conseguir que las enciclopedias médicas más respetables incluyan tu definición y hasta tu nombre, joder hasta podrías llamar a la barriga “pericones”. ¿Te imaginas a todo el mundo a lo largo de la historia llamando a una parte del cuerpo “pericones” porque Freud está gordo y se le quedan los restos del perico en la barriga? Joder tío, tengo que escribir una novela sobre una sociedad gilipollas controlada psicológicamente. Bah, no me hagas ni puto caso que estoy pedo.
Y así es como una noche de juerga acabo siendo la semilla de una de las novelas más importantes de la historia de la ciencia ficción y poniéndole un nombre absurdo a una parte del cuerpo a sí que ya sabéis niños, si os ofrecen drogas decid no porque un regimiento de infantes prusianos os puede acabar machacando a culatazos.

Sneb

#3 me recuerda al chiste aquel que decían basado en hechos reales. En un juicio le preguntan si testigo si era cierto que el acusado había asestado al la víctima tres puñaladas en medio del follón. Y el testigo respondió que en medio del follón no, como un palmo más arriba.

L

EDIT; Wops, me equivoque de noticia. lo siento!
(Pero espero que este desgraciado pise la carcel.)

Verdaderofalso

#1 si es menor...

L

#2 Creo que el menor era el agredido, no?

ﻞαʋιҽɾαẞ

No me apuñales que llevo chanclas.