Hasan tiene 17 años. Hace algo más de seis meses, nadó durante 12 horas. Así cubrió la distancia que separa la región de Tetuán, en Marruecos, de Ceuta, en España, justo donde se abre el mar Mediterráneo. A su llegada lo atrapó la policía y lo encerró, junto a cientos de niños y adolescentes africanos no acompañados, en el centro La Esperanza.
#1 pues que venga de forma legal y cuando sea mayor de edad.
Mientras tanto a Marruecos que aquí ya tenemos mucha gente a la que tienen que ayudar los servicios sociales y no hay recursos para todos.
#1 tengo una amiga que estuvo trabajando en un centro de menores inmigrantes, contaba que la media de permanencia en aquellos centros de los trabajadores eran de unos meses, ella estuvo más de un año y ya era la veterana. Cuenta que entre ellos se daban palizas, en su estancia apuñalaron a dos, por suerte, no cuando ella estaba, a ella y sus compañeras las trataban fatal, solo hacían caso a los hombres y no podía ir vestida como ella iba en la calle. Habia solo una chica y la tenían amedrentada. A los chicos que podían ser buenos les daban palizas los otros niños. Se escapaban y volvían con un móvil o con dinero, otros ya no los volvían a ver. Algunos decían que querían irse a Francia o Barcelona para vivir como los ricos, sin trabajar.
Terribles historias nos contó, y no era un centro peligroso.
Comentarios
Sus nuevos cuidadores lo describen como muy trabajador, colaborador y respetuoso.
Gente de ésta es la que necesita este país y no a la escoria voxemita de "dame una paguita porque nací aquí".
#1 pues que venga de forma legal y cuando sea mayor de edad.
Mientras tanto a Marruecos que aquí ya tenemos mucha gente a la que tienen que ayudar los servicios sociales y no hay recursos para todos.
#1 tengo una amiga que estuvo trabajando en un centro de menores inmigrantes, contaba que la media de permanencia en aquellos centros de los trabajadores eran de unos meses, ella estuvo más de un año y ya era la veterana. Cuenta que entre ellos se daban palizas, en su estancia apuñalaron a dos, por suerte, no cuando ella estaba, a ella y sus compañeras las trataban fatal, solo hacían caso a los hombres y no podía ir vestida como ella iba en la calle. Habia solo una chica y la tenían amedrentada. A los chicos que podían ser buenos les daban palizas los otros niños. Se escapaban y volvían con un móvil o con dinero, otros ya no los volvían a ver. Algunos decían que querían irse a Francia o Barcelona para vivir como los ricos, sin trabajar.
Terribles historias nos contó, y no era un centro peligroso.