Hace 3 años | Por candonga1 a elperiodico.com
Publicado hace 3 años por candonga1 a elperiodico.com

El anuncio el pasado lunes de la salida de España de Juan Carlos I cierra por el momento un descenso al abismo que se inició hace una década con el procesamiento de Iñaki Urdangarin, duque de Palma y esposo de la infanta Cristina. Estos son los doce pasos principales que jalonan esa caída, no siempre expuestos en el orden cronológico en el que se produjeron sino en el que fueron conocidos a través de las revelaciones de los medios.

Comentarios

fofito

El descenso a los abismos comienza en la declaración de inviolabilidad de la figura del rey.
Es ahí donde el propio rey, y toda la corte que le acompaña(familiares, políticos, empresarios...) se hunden en una altivez y soberbia que les conduce irremediablemente a la corrupción económica.

Priorat

#1 La inviolabilidad y la dificultad de modificar la Constitución en la parte de la monarquís tenían un objetivo. Hay que fijarse en el momento en que se hace la Constitución.

Que no se pudiera juzgar nunca al Rey por crímenes del franquismo y que fuera sumamente difícil echarlo.

D

#2 La inviolabilidad también cubre al rey por todos los demás crímenes que cometa distintos de los del franquismo. Básicamente, la inviolabilidad permite a los Borbón perpetuarse en el enriquecerse de los españoles desde el poder, vía jefatura de Estado, porque no pueden ser castigados por ello. La inviolabilidad es impunibilidad, incastigabilidad.

El origen de la incastigabilidad y los privilegios monárquicos es que las monarquías antiguas, en su corrupto propósito de perpetuarse en el poder y en el enriquecerse a base de robar del esfuerzo de los trabajadores, se aprovecharon de su posición política reinante para crearse a su propia medida las leyes por las que se dotaban a sí mismas de la inviolabilidad (es decir, de la imposibilidad de ser castigadas judicialmente) y de la imposibilidad de ser castigadas democráticamente (mediante unas elecciones democráticas que las apartase de la jefatura de Estado para colocar a otro candidato), aunque delinquiesen contra el pueblo. Y estas son las impunibilidades monárquicas judicial y democrática que todavía estamos sufriendo en España.

Y, en efecto, la incastigabilidad monárquica tiene tres vertientes:

1) Incastigabilidad judicial: esta es la inviolabilidad propiamente dicha, que es una inviolabilidad judicial, por la que al rey no se le puede castigar su delincuencia por la vía judicial.

2) Incastigabilidad democrática: o "inviolabilidad democrática", por la que los ciudadanos tampoco pueden "castigar" al rey su delincuencia por el procedimiento de expulsarle de la jefatura de Estado, a través de unas elecciones democráticas en las que se escoja a otro jefe de Estado distinto.

3) Incastigabilidad constitucional: la práctica imposibilidad de "castigar" al rey su delincuencia por el procedimiento de expulsarle del poder siguiendo el procedimiento de reforma constitucional previsto para pasar a la república.

fofito

#2 A nadie se puede juzgar por los crímenes cometidos durante el franquismo.
Ley de Amnistía del 77

El problema con el rey es que no se le puede juzgar nunca, por nada. Ni de antes, ni de durante. Y debido al blindaje corporativista que le rodea, ni de después.

l

El descenso al abismo lo cierra la carcunda que dirige los medios de información faltando a la verdad y creando un escudo protector entorno a Felipe.
Solo nos queda esperar a que la justicia y la prensa de GB y Suiza sigan adelante y saquen las miserias de ésta gentuza