Publicado hace 3 años por me_joneo_pensando_en_ti a voltairenet.org

Hace 2 décadas que el Pentágono viene aplicando la «doctrina Rumsfeld-Cebrowski» en el «Medio Oriente ampliado». Varias veces se ha planteado extenderla a la «Cuenca del Caribe» pero se ha abstenido de hacerlo, concentrando su poderío en su blanco inicial. El Pentágono actúa como un centro decisional autónomo, que de hecho escapa al poder del presidente de Estados Unidos. Es una administración civil y militar que impone sus objetivos a otras fuerzas militares.

Comentarios

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"En mi libro La gran impostura [1], yo escribía, en marzo de 2002, que los atentados del 11 de septiembre tenían como objetivo lograr que los estadounidenses aceptaran:
- en su país, un sistema de vigilancia masiva –la Patriot Act o “Ley Patriota”–;
- en el exterior, un regreso a la política imperial, sobre lo cual no existía entonces ningún documento. "

#benormalchallenge

me_joneo_pensando_en_ti

Todo nos demuestra que el Pentágono se ha convertido en un poder autónomo. Dispone de un presupuesto astronómico ascendente a 740 000 millones de dólares, o sea el doble del presupuesto anual de todo el Estado francés. En la práctica, el poder del Pentágono se extiende mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos ya que también controla el conjunto de los Estados miembros de la OTAN.

Se supone que el Pentágono tendría que rendir cuentas al presidente de Estados Unidos. Pero las experiencias de los presidentes Barack Obama y Donald Trump demuestran todo lo contrario. El presidente Obama no pudo imponer al general John Allen la política que quería aplicar contra el Emirato Islámico (Daesh) y el presidente Trump fue simplemente engañado por el CentCom cuando quiso retirar las tropas estadounidenses del Medio Oriente, específicamente de Irak y Siria. Y nada permite pensar que actuará de otra manera con el presidente Joe Biden.

La reciente carta abierta de un amplio grupo de generales estadounidenses retirados [8] es una muestra de que ya nadie sabe quién dirige las fuerzas armadas de Estados Unidos. Es cierto que el análisis político que hacen los firmantes de esa carta abierta es digno de los tiempos de la guerra fría, pero eso no resta valor a su señalamiento: la administración federal y los generales del Pentágono ya no están en la misma frecuencia.

El periodista estadounidense William Arkin demostró en el Washington Post que, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Estado federal organizó toda una nebulosa de agencias supervisadas por el Departamento de Seguridad de la Patria o Homeland Security [9]. Esas agencias interceptan y archivan en secreto las comunicaciones de todas las personas que viven en Estados Unidos. Ahora, Arkin acaba de revelar en Newsweek que, por su parte, el Departamento de Defensa creó fuerzas especiales secretas no vinculadas a las que actúan portando uniformes estadounidenses [10]. Esas son las fuerzas que hoy están a cargo de la aplicación de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski, sin importar quién esté en la Casa Blanca ni su política exterior.