Hace 2 años | Por Andaui a eldiariodelaeducacion.com
Publicado hace 2 años por Andaui a eldiariodelaeducacion.com

El centro zaragozano ha logrado transformar sus desastrosas inercias de hace un par de décadas en un ejemplo de integración y logro educativo. Compromiso social e innovación caracterizan su proyecto. Partiendo de la vuelta al cole tras el parón Covid del pasado año, un documental explora sus dinámicas con un enfoque puramente observacional. La película Las clases se proyecta los días 1, 2 y 3 de diciembre en el Matadero de Madrid.

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Boix aceptó de inmediato el encargo. Es padre de dos hijos que acuden a centros públicos. La paternidad ha conllevado su particular “vuelta al cole”, una implicación directa con la buena salud y la trascendencia social de la escuela pública. “Además”, continúa, “documental y docencia comparten etimología: docere, que en latín significa enseñar”. O en su derivación cinematográfica, mostrar. Más aún, dos documentales de corte educativo han influido poderosamente en la obra de Boix. Cien niños esperando a un tren (1988), de Ignacio Agüero, cuenta las andanzas de Alicia Vega, profesora chilena que organizaba talleres de cine para alumnos desfavorecidos. Historia simple con un trasfondo de crítica a la injusticia y a la dictadura de Pinochet. Más actual, Ser y tener (2002), del francés Nicolás Philibert, traspasó en su momento el alcance normalmente limitado del género documental para convertirse en un notable éxito de público.

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"con un 100% de alumnos gitanos. El fracaso escolar era casi absoluto; los índices de conflictividad severa superaban el 40% del alumnado.
Antes, durante las décadas de los 70 y 80, acudían al centro familias de clase obrera, que progresivamente se fueron marchando
"

"Alumnado heterogéneo... giro de timón cuando empiezan a llegar alumnos migrantes. Un goteo constante de chavales con orígenes variopintos ha convertido al colegio en un festival de la diversidad. “Heterogeneizar la composición del alumnado ha ayudado mucho”"

La vieja formula de siempre, diluir los elementos conflictivos entre otros niños normales y que sean estos los que hagan de saco de boxeo cultural. Los obreros se marcharon a medida que su poder adquisitivo subía, ahora son los niños inmigrantes con ganas de estudiar pero de bajo poder adquisitivo los que no tienen más remedio que estar ahí y hacer de dilutores. Nunca encontraré ético este método.