Hace 3 años | Por tiopio a prodavinci.com
Publicado hace 3 años por tiopio a prodavinci.com

A Daniel Torres le gustaba contar a sus amigos que su nueva vida comenzó cuando anunciaron la muerte de Hugo Chávez. Pero el 5 de marzo de 2013, un día de pérdidas para millones, se convirtió en una bendición –decía a menudo– persignándose con la señal de la cruz. Daniel había trabajado gran parte de su vida como taxista nocturno en una de las ciudades más peligrosas del mundo. Y esa noche, siendo el único conductor esperando en Plaza Altamira en la tensa calma, recogió por casualidad a dos corresponsales de la BBC, desesperados por cruzar…

Comentarios

aunotrovago

Entonces fue buen fixer hasta el final.