En una oscura noche de febrero, 2 leones machos se pararon en aguas poco profundas del canal de Kazinga, Uganda, y miraron al agua. A casi 1,5 km, la otra orilla. Hipopótamos y cocodrilos de casi 5 m habitan el canal, que en puntos tiene 6 m de profundidad. 12 horas antes habían perdido una batalla por territorio y tenían suerte de seguir vivos. Ese lado del canal era peligroso y probablemente podían oír rugidos de leonas a distancia. La falta de hembras llevó a un león de 3 patas y a su hermano a hacer la proeza en busca de nuevos territorios.
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Lo que sea por meter el pizarrín