Hace 9 años | Por --89667-- a directa.cat
Publicado hace 9 años por --89667-- a directa.cat

El juzgado penal 19 de Barcelona considera que ocupar durante unos minutos el vestíbulo de un hotel de lujo es un delito grave, y lo argumenta diciendo que los trabajadores y los usuarios "se vieron privados de sus derechos" a trabajar y a disfrutar de los servicios del establecimiento. Es por ello que condena a Pablo Molano, vecino de 31 años del barrio de Poble Sec -miembro del Ateneo Cooperativo la Base y Retaguardia en Movimiento- a 10 meses de prisión por un delito de desórdenes públicos. En su caso la pena es algo más elevada por haber...

Comentarios

Robus

Un juez, por creencias político/morales, decide poner una pena exagerada a dos personas.

D

Resumen: 9 y 10 meses de cárcel por gritar consignas y romper un jarrón.

D

#1 Y lo del jarrón lo han descartado al final por que parece que los del hotel se lo sacaron de la manga....

BillyTheKid

Se confunden acciones legales con pacificas

m

En catalán

CerdoJusticiero

#2 Google translate al rescate:

Dos manifestantes condenados por los hechos del hotel Mandarín

Un miembro del Ateneo Cooperativo la Base de Poble Sec y un joven de San Andrés de Palomar son sentenciados a 10 y 9 meses de prisión, respectivamente, por un delito de desórdenes públicos

JESÚS RODRÍGUEZ 03/20/2015

El juzgado penal 19 de Barcelona considera que ocupar durante unos minutos el vestíbulo de un hotel de lujo es un delito grave, y lo argumenta diciendo que los trabajadores y los usuarios "se vieron privados de sus derechos" a trabajar y a disfrutar de los servicios del establecimiento. Es por ello que condena a Pablo Molano, vecino de 31 años del barrio de Poble Sec -miembro del Ateneo Cooperativo la Base y Retaguardia en Movimiento- a 10 meses de prisión por un delito de desórdenes públicos. En su caso la pena es algo más elevada por haber hecho "una arenga pública invitando a ocupar las instalaciones del hotel y comer lo que estimaran oportuno". Un chico de 27 años de San Andrés de Palomar es el otro condenado en este caso. Se le impone una pena de 9 meses de prisión y se le acusa de haber entrado en el vestíbulo gritando, aunque lo hiciera "de manera pacífica". En un principio la Fiscalía pedía para él una pena más elevada por la supuesta rotura de un jarrón chino, pero el juez no lo ha considerado acreditado.

Las otras tres personas procesadas, el librero Ivan Miró y el diseñador gráfico 'Manolín', socios de la librería cooperativa La Ciudad Invisible, así como un ciudadano de nacionalidad griega, han quedado absueltas por falta de pruebas. El juez Luis Martínez Duran no ha considerado probado que estas personas concretas participaran los desórdenes públicos, pero mantiene la convicción de que los hechos juzgados son punibles. De hecho, el magistrado, durante la celebración de la vista oral, ya mostró su animadversión hacia este tipo de acciones, refiriéndose en algún momento -durante la declaración de los testigos de la defensa- a que todas estas acciones, "también las ocupaciones de oficinas bancarias que realiza la PAH ", son delictivas. Cuando Luis Blanco, portavoz de la Intersindical Alternativa de Cataluña, testificó para poner en contexto la manifestación de aquel Primero de Mayo de 2010 y explicó que "la acción en el Hotel Mandarín era simbólica y pacífica", el juez le interrumpió y le dijo "pero ¿usted sabe que estas acciones son delictivas?".


Ya sabéis, soltarle un hostiazo a una menor en la cara, siendo anti-disturbios, te hace merecedor de una multa de 300 euros. Entrar gritando en el vestíbulo de un hotel se salda con 9 ó 10 meses de prisión. Menuda puta vergüenza de país.